Capítulo 18: El sitio de Montreal y Selene.

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Sobre el mapa que habían dibujado los hombres del sultán Hairam Balik, yacía la gran fortaleza, tenía dos grandes puertas. Y de dobles muralla, altas. Con escorpiones a lo largo de la misma y onagros en cada una de las torres. Un foso lleno de piedras afiladas cubría cualquier intento de escalar las paredes.

--¿Cuántos defensores? —preguntó Selene.

--Unos 2000 tal vez. —respondió Hairam Balik.

--No son muchos. —dijo Jacques, eran más en el Cairo.

--Solo que esta vez no sé trata una ciudad llena de personas sino una fortaleza llena de soldados que pelearán hasta el último hombre para defenderla. 2000 de ellos pelearán como si fueran 8000. —dijo Hairam Balik.

--¿Y cómo están nuestras fuerzas? —preguntó Selene.

--Con todas nuestras fuerzas combinadas, unos 14000. 8000 de infantería, 3500arqueros y ballesteros, 1500 de caballería y camellería y 1000 más de logística. —respondió El Duque Enrico.

--Lo sensato sería iniciar un sitio, cortar sus suministros y vías de comunicaciones. —pero con tan pocos hombres y una fortaleza de ese tamaño es probable que tengan graneros llenos. Tardaríamos años en matarlos de hambre. —respondió Ser Sterlink.

--Bueno, que tal si aplicamos un Julio Cesar. —respondió El duque Enrico.

--¿Un qué? —preguntó Ser Sterlink.

--Julio Cesar, el emperador romano, el hombre que...

--Yo sé quién es Julio Cesar, lo que no entiendo es porque hablas así. —Respondió Ser Sterlink.

--Bueno, es que no sé cómo poder simplificar toda una campaña de guerra en unas cuantas palabras. —respondió el Duque Enrico.

--¡Lo que sea! —exclamó Selene interrumpiendo a los dos. —Duque Enrico, ¿Qué es lo que querías decir?

--Lo que quería decir, es que cuando Julio Cesar sitió Alessia en las Galias, rodeó la ciudad con dobles empalizadas. Y se atrincheró en el interior. Y cuando atacó....

--¿De que serviría construir una empalizada a lo largo de una fortaleza, si ya acordamos que un sitio no es posible? —preguntó Hairam Balik.

--No, la empalizada no es lo importante. Lo importante que cuando Julio Cesar atacó la ciudad amurallada lo hizo alargando las fuerzas de los defensores lo más que pudo. Si son 2000 hombres, podemos intuir que tendrán que colocarlos a lo largo de la muralla. Si diluimos sus fuerzas en los muros, podremos tomar la fortaleza.

--Bueno, contamos con la ventaja numérica. –respondió el sultán Hairam Balik.—Y podemos tratar de tomar la fortaleza de esa manera, pero si uno de los asaltos falla, será un duro golpe para nuestro ejército en conjunto.

--¿quisiera no tener que recurrir a pintar los muros de esa fortaleza con la sangre de nuestro ejército.—respondió Selene. –Se me ocurre un plan que podría funcionar...--dijo la chica.

--¿Cuál Doncella de Hierro?—preguntó El Duque Enrico.

--Les enviaremos un mensaje, a los defensores de la fortaleza. —Dijo Selene.—Que rindan el castillo o de lo contrario haré que caiga una tormenta sobre ellos—respondió la chica.

--No creo que le teman a la lluvia. —respondió el Sultán Hairam Balik.

--No importa, quiero que los demás sepan que les dimos la oportunidad de rendirse, y ellos no quisieron. Que sepan que tenemos piedad de ellos también. Enviaré a Ambra con ese mensaje. Mientras hay que posicionar tres grupos de asalto. A la base, Sultán Balik, usted tendrá tomará el asalto sobre el muro este, Duque Enrico el muro Norte, y el resto atacaremos la puerta principal. —respondió Selene.

La Doncella de Hierro IIIWhere stories live. Discover now