Capítulo 43: Desidia y Jacques.

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Ambra se había llevado a Selene con la excusa de revisar sus vendajes y el parche curativo que llevaba en el rostro. Jacques se quedó ahí. El muchacho sabía que algo iba mal con Ambra, él también había hablado con aquella mujer llamada Pía en Escalón y su historia parecía concordar con la historia de Al Mutah Alim. Y si era así, ¿por qué razón Ambra le mentiría a Selene? ¿Sería por preocupación? ¿O por su propia agenda?, Ella ya le había confesado a Jacques, que todo lo hacía por un hombre, pero no se había equivocado con respecto a Selene, Selene había resultado ser una mujer santa, aunque no hubiese pruebas de su aparente divinidad en su viaje a Francia... ¿Verdad?

Jacques caminó al comedor, el muchacho se había quedado despierto toda la noche custodiando a Al Mutah Alim. Y esa en realidad era una excusa, no había podido dormir después de que Selene le hubiese dicho que estaba embarazada. Jacques nunca supuso que viviría lo suficiente para llegar a ser padre. Su vida en la banda de Las Capas de Cuero no era particularmente buena, sabía que eventualmente tendría que "follarse" a una mujer, no negaba que a lo largo de su vida tendría encuentros con prostitutas y mal afortunadas mujeres, que tal vez tendría bastardos por ahí, pero nunca que él guiaría a un niño o niña por la vida.

Jacques se sentó en la larga mesa, donde una mujer llegó y le sirvió un extraño estofado de carne de cordero. El muchacho comenzó a comer, cada vez se acostumbraba más a los sabores sazonados de la comida del medio oriente, muy diferente a la combinación de sabores europeos. El caballero entonces se acercó a él, Ser Sterlink se sentó al lado del muchacho. Ser Sterlink todavía llevaba su plato de estofado con él.

Si alguien detestaba más a Ambra, ese era Ser Sterlink, el hombre decía haber cazado brujas por toda Europa y por lo tanto estaba protegido contra los encantos de las brujas. Pero él de igual manera esperaba que Selene se uniese a su orden para pelear contra brujas y hechiceras. Jacques tenía que ser cuidadoso, ya que, si comenzaba a meter desidia, entonces podría causar grandes problemas. Además, era eso lo que lo hacía diferente de hombres como Ser William, quienes confabulaban e intrigaban en las sombras. Pero por otro lado se trataba de Selene, una mujer por la que valía la pena vivir y luchar.

--Ser Sterlink...¿Usted que piensa de Ambra?—le preguntó Jacques al caballero.

--Creo que no hay nadie en todo este ejército que no sepa lo que siento por esa mujer. —Respondió el caballero. –No siento nada más que despreció por aquella maga. ¿Por qué lo preguntas Jacques?

--Creo que Ambra está ocultando cosas, creo que Ambra está engañando a Selene. —Respondió Jacques. –Creo que le está ocultando algunas cosas sobre su hermano.

--No me sorprendería en absoluto. —Respondió Ser Sterlink. —La mujer es una maga, la única razón por la cual no es una bruja es porque no adora al diablo, pero aun así una bruja de cierto tipo. —dijo el caballero. –Jacques, Ambra llegó a nosotros después de que derrocaron al Califa del Cairo. Ella es una mujer que ha servido a hombres poderosos desde siempre, sabe cómo manipular a la gente con poder, sabe cómo hacer que se interesen por ella, porque otra razón un pirata la dejaría en libertad, porque otra razón un Hashashin; uno de los asesinos de la orden de Nassir, la orden de asesinos más mortífera de todo el mundo ayudaría a una mujer como Ambra.

--¿Sería posible que ella nos estuviese manipulando a todos nosotros...desde siempre? —preguntó Jacques.

--¿Qué quieres decir? —preguntó Ser Sterlink.

--Yo inicié el mismo viaje que Selene desde Normandía, y si es cierto que es una mujer diferente al resto, nunca vi muestras de su "divinidad" o que fuese elegida por Dios, no hubo nada de eso antes del viaje. —respondió Jacques. --¿Qué tal si todo esto no es más que una estrategia para alcanzar los planes que tiene Ambra? ¿Sea cuáles sean?

--No lo sé, Jacques, ¿conoces la historia de la primera cruzada?

--No, ¿es relevante acaso a nuestra situación actual? —preguntó el muchacho.

--Cuando el Papa Urbino II convocó a la primera cruzada para liberar la Tierra Santa. Un hombre en París conocido como El Predicador se alzó al poder diciendo que había sido elegido por Dios para liberar a Tierra Santa de los infieles. Él decía hablar por el pueblo, y miles de gentes desde los pordioseros en las ciudades, los campesinos, los siervos que se escapaban hasta los pequeños comerciantes, todos en el pueblo llano le siguieron, por varios países hasta que llegó a Tierra Santa, sin embargo, al cruzar Constantinopla sus seguidores fueron masacrados por árabes, turcos, sirios y demás islamistas durante su cruzada, todo porque él creía que había sido elegido por dios.

--¿Crees que Ambra es está predicadora? —preguntó Jacques. —Sí ella usó una magia para hacer llover y hacernos creer que era Selene quien hizo eso. Tendría sentido...

--Mucho. —respondió Ser Sterlink. –Una mujer como Selene quien lo perdió todo, en una noble misión para reencontrarse con su hermano quien lucha como cruzado en Tierra Santa, luchando contra hombres terribles y sarracenos. Ese es el tipo de persona al que a la Fe gusta beatificar. Una mujer como Selene, noble, diligente y caritativa es alguien en que puedes creer, a diferencia de una maga que habla con acertijos y que seduce hombres poderosos para vivir.

--Debo estar enfermo si estoy de acuerdo contigo Ser, y lamentablemente estoy de acuerdo. —respondió Jacques.

--No hay algo malo con usted Jacques, se preocupa por Selene, yo también lo hago.

--¿En serio?, ¿Incluso si ella no es La Gracia de Dios? --preguntó Jacques.

--Selene ha logrado lo que ni el Rey Baldwin, ni Guy de Lusignan ni Robert de Sable pudieron, ella en realidad ha logrado vencer a los sarracenos y ha comenzado la liberación de Tierra Santa. El sultanato de Egipto, el reino de Antioquia y Palestina apoyan a Selene. —dijo Ser Sterlink. –Parecería algo imposible para un hombre poder conseguir tanto en tan poco tiempo y mucho menos siendo una mujer.

--¿Qué haremos entonces para deshacernos de Ambra? ¿La acorralamos y la matamos? —preguntó Jacques.

--No, aún no, si ella es una hechicera como dice ser, probablemente no muera en términos convencionales. He matado decenas de veces a varias brujas que se rehúsan a morir. Estoy seguro que existe otra manera, pero primero tenemos que alejar su presencia de Selene, Ambra se ha acercado mucho a Selene al punto de volverse indispensable para ella.

--¿Cómo lo haremos? —preguntó Jacques.

--Si Ambra es capaz de hacer un hechizo para que pueda llover, necesitará un grimorio.

--¿Un qué? —preguntó Jacques.

--Un libro de hechizos. Las brujas escriben todos sus hechizos en un libro especial. Debo suponer que Ambra debe tener un grimorio de hechizos. Si encontramos el hechizo que utiliza para hacer llover o pruebas de que ha estado manipulando a Selene podremos alejarla de ella.

--Detesto esto. —dijo Jacques.

--¿Qué cosa?

--Todo esto, la intriga, las artimañas, los complotes...--respondió Jacques.

--En el momento que Selene subió a esa montaña todo cambió Jacques. —dijo Ser Sterlink. —Selene y tú ahora son parte del gran juego. Y así es como se juega, los reyes y príncipes pasan toda su vida intrigando. Así es como viven, y así es como mueren. Selene y tú ahora son parte de este juego solo vivirán si ganan y morirán si pierden.

--Ni Selene ni yo somos reyes ni nobles. Sus reglas no aplican a nosotros. —dijo Jacques.

--Tal vez Selene no lleva una corona de oro, pero si lleva otra corona, una creada por todos la que la rodean y que resultan ser muchos hombres con armas. Si ella continua su camino, llegará hasta Jerusalén. Tal vez ella no sea quien se siente en el trono, pero ella elegirá quien se sentará en el trono. Ese poder es peligroso.

--¿Los enemigos de Selene tratarán de matarla?, Antes tendrán que pasar sobre todos nosotros. —dijo Jacques.

--No todos. —respondió Ser Sterlink. –Los enemigos de Selene pueden aparecer en su mismo bando, El poder los atrae, saca lo peor de los hombres y de las mujeres. Y Selene es una mujer que ha amasado un gran poder. Y cualquiera que esté cerca de ella tiene un gran poder. Y hará lo que sea por no perderlo.

--Todo parecía ser más simple antes. —dijo Jacques.

--Antes no tenías poder Jacques. —Respondió Ser Sterlink. 

La Doncella de Hierro IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora