Capítulo 35: El inicio de la guerra y Edric.

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Las galeras llegaron a puerto, antes de tiempo, pero lo que Edric no esperaba ver era la enorme cantidad de tiendas de campaña apostadas a lo largo de toda la playa. Al Mutah Alim había llegado junto con el Sha de Persia y su ejército. El soplido de los elefantes de guerra podía oírse incluso desde antes de llegar a la playa.

--Parece que El Halcón se tomará en serio está campaña—respondió DeBois.

--Y al parecer nosotros también. —respondió Edric.

La Galera de guerra atracó en el puerto y los hombres comenzaron a descender, en el amarradero le esperaba Jusseff y el mismísimo Al Mutah Alim. Edric descendió de la galera de guerra.

--¡Al Mutah!, ¡Amigo como ha estado tu viaje! —exclamó Edric fingiendo una amistad con el sarraceno. Al Mutah Alim le miró. El hombre no parecía estar contento.

--Eso mismo podría preguntarte Edric. Llegue tres días atrás y para mi sorpresa tu jefe de mayordomos dijo que te habías ido a luchar contra los piratas en Palestina. —respondió Al Mutah Alim.

--Ellos invadieron primero. —respondió Edric. —Reinaldo de Chatillon y sus piratas. Sino les perseguía y les daba un escarmiento, este sería el primero de muchos ataques. —respondió Edric.

--Lo correcto era que te mantuvieras en tu sitio. –respondió Al Mutah Alim. —Se te reconoció como el Señor de Karnak, bajo la ley sarracena. Solamente Señor de Karnak, no comandante, no general de tropas, ni almirante de flota. —respondió el sarraceno.—Solo eres el señor de Karnak.

--Cualquier otro Señor en Europa hubiera hecho lo mismo que yo—respondió Edric.

--No estás en Europa Edric Bardo, estás en Tierra Santa. Estás bajo los dominios del rey Saladino. Pero si tanto extrañas tu preciosa Europa puedo enviarte de regreso a ella, podrás regresar a Normandía y a la vida que llevabas en la granja de donde te fueron a sacar. —respondió Al Mutah Alim.

Edric entendió que Al Mutah Alim estaba enfadado, siempre lo había detestado, y Edric sabía eso. Porque Edric no seguía el código de honor de los hombres, el mismo código que Ser Orlando, Pia o Al Mutah Alim seguían. Pero de haber seguido el código hubiese continuado siendo un granjero que se había hecho pasar por cruzado. Que lo diferenciaría de Peter el carnicero, el muchacho llegó a la tierra Santa y siempre siguió el código, siguió a ese tal William Ursa de regreso a Francia y para que, para tener una vida de servidumbre, o volver a la carnicería de donde había salido la primera vez. ¿Tal vez se hubiese casado con Selene?, ¿Y cuantos años tendría Selene ahora...? ¿18, 19?

--Sin embargo, Edric, puede que, de alguna forma traicionera y pedante, has logrado ayudarnos de cierta manera. —respondió Al Mutah Alim.

--¿Cómo dices?—preguntó Edric.

--Sarah Ades, la hija de Isaac Ades de Palestina.

"La buenorra hija de Isaac Ades" pensó Edric.

--Ha sido declarada traidora por la corona de Jerusalén. Sarah Ades en violación del pacto de protección que su padre firmó con el rey. Pidió la ayuda de Hairam Balik y sus tropas para deshacerse de Reinaldo de Chatillon y sus piratas. que saqueaban las aldeas costeras de Palestina. Y ahora Hairam tiene un ejército de alrededor de unos 25,000 hombres tal vez más tal vez menos. depende de que tanto sea real todos esos rumores de reyes cruzados y de millares de hombres desertando para unirse a Hairam.

--Son rumores mi Señor. En todas las batallas se lanza información falsa al enemigo para desorientarlo. —respondió Edric.

--Yo no hago caso a los rumores, lo que digo es que es difícil confiarse en una fuente razonable ya que todos mis espías parecen haber dejado de enviar información correcta. Hairam Balik trata de desorientarme, eso es evidente. Solo que no sé qué estrategia usa el hombre, cual es real y cual no es...Pero por suerte Edric Bardo, tu estuviste allá en Escalón así que dime la situación de las tropas, ¿Cuántas son?, ¿Dónde están? ¿Qué armas usan?

La Doncella de Hierro IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora