El chico del corazón de cristal

Capitulo 1

6:15 am. Bogotá.

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Los sonidos de las notificaciones de mi celular no paraban de sonar, metí la cabeza debajo de la almohada para evitar escucharlos pero era imposible. Era una lluvia de mensajes. Cabreado tome el celular y miré " 180 mensajes: Sin pedos.

Deje caer mi cabeza cansada en la almohada y suspire. Justo cuando pensé que podría volver a dormir sonó el cel y lo cogí sin mirar nombres.

Isa: Perro ¿Donde mierdas estas? Llevamos 20 minutos esperándote en el estudio.

Villa se separó el cel de la oreja y miró la hora. Abrió los ojos * MIERDA EMBARCAMOS A LAS 7 *

Villa: Estaba desayunando y me deje el cel en la habitación, vengan ya a por mí perros si no llegaremos tarde - dijo Villa mintiendo evitando un enfado de Isaza-.

Al otro lado se escuchó un suspiro por parte de Isa y una risa por parte de Martín.

Villa colgó y salió como una bala de su cama, mientras se duchaba a la velocidad del rayo daba gracias a su yo del pasado por haber hecho la maleta la noche anterior y tenerlo todo bien empacado.

Villa se estaba secando el pelo con una toalla y salió a su cuarto. Lo miro, en unos meses no lo volvería a ver y sin esperarlo fijo su vista en un dibujo, parecía hecho por unos niños y en realidad estaba hecho por él y por su ex-novia un dia de bromas, un sentimiento creció en él, lo arrancó y lo tiró a la basura junto a muchas hojas de canciones que nunca verían la luz.

Villa sintió una punzada en el pecho, se giró, tomó su maleta, su banjo y bajó.

Escribió a los chicos.

Villa salió y se encontró un coche azul eléctrico, era el coche de Simón.

Se dirigió al coche y en ese momento notó como la puerta del conductor se abría y salía Isa con cara de preocupación.

Isa siempre fue muy perfeccionista en todo y cuando algo salía de su lugar o llegábamos tarde se estresaba.

Entendí que se salió del coche para tomar él el volante y poder ir más rápido que Simón.

Reí al verle la cara y guarde las cosas en el maletero. Subí a la parte de atrás con Martín que como siempre últimamente andaba con el portátil. Era el único que seguía sus estudios y dentro de poco se graduaba.

Villa: Buenas Martín -le saludé y le di un golpe en el hombro en forma de saludo-.

Martín sin levantar la mirada del portátil me lo devolvió y me dijo:

Veo que a alguien le pudo el sueño -río por lo bajo-.

Villa: No todos tenemos la capacidad de dormir 4 horas -dijo Villa abrochándose el cinturón y escucho a Martín reír-

El camino al aeropuerto fue rápido y silencioso, solo se escuchaba la radio y a Isa tarareando algunas canciones.

Cuando llegamos quedaban 7 escasos minutos para abordar y corrimos como hacíamos en el colegio para que no nos castigaran, cuando llegamos éramos los últimos en embarcar. Ya dentro del avión empezamos a reír como locos, simplemente nos divertía lo desastre que podíamos ser.

Ya en el avión me tocó al lado de Isa, nos pasamos la mayor parte del viaje hablado sobre los proyectos futuros y la nueva música pero cuando me quise dar cuenta se durmió y no tardé nada en imitarlo.

Noté algo similar a unas gotas cayendo por mi garganta, me levanté de golpe y me tope con Martín sonriente comprimiendo una carcajada, le dirigí una mirada mortal y Simón que estaba detrás de él riendo me dijo:

Simón: Ya llegamos perro.

Mire a mi lado y vi a Isa también con cara de haberse despertado a las 3 de la mañana. Cuando se dignó a levantarse, después de unas frases para meternos prisa de la azafata bajamos, tomamos nuestro equipaje y una furgoneta nos esperaba fuera.

Subimos y nos dirigimos al hotel que durante esas semanas sería nuestra casa.

Cuando llegamos a la recepción dejamos todos los instrumentos en el suelo al lado de unos sillones y nos sentamos cansados, justo cuando nos sentamos apareció Pedro casi corriendo.

Nos levantamos y lo saludamos, para luego empezarnos a explicar.

Pedro: Imagino que estaréis cansados así que mañana tendréis el día libre.

A todos nos salió una sonrisa que no tenía precio y Pedro continuó.

Pedro: Ahora la distribución, Villa irá con Martín y Isa con Simón, así cambiaremos un poco la rutina -sonrió-.

Mire a Martín y este me miraba divertido, él era una máquina de diversión y sabíamos que si íbamos a estar juntos eso sería la bomba.