Capitulo 48

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Cinco días después

Villa y Laura se despedían de los padres de Villa, cuando se aseguraron de que llevaban todo lo necesario para el viaje, después de unos minutos en los que la madre de Villa los volvió a abrazar pusieron rumbo al aeropuerto. De camino se toparon con un atasco el cual consiguió poner de los nervios a Laura.

Laura: Si continua a este ritmo no llegaremos a embarcar y no podremos irnos –Dijo nerviosa. Villamil al verlo le apoyó su mano libre en la suya y Laura lo miró-.

Villamil: Laura, confía en mí vamos a llegar con tiempo de sobra –Dijo consiguiendo dibujar una sonrisa en el rostro de Laura-.

Laura se relajó al notar el contacto de la mano de Villa y pudo continuar el viaje con tranquilidad. Al llegar todavía faltaban 15 minutos para que abrieran la puerta de embarque, minutos después se encontraban en unos asientos de la sala de espera.

Villamil: Te dije que íbamos a llegar a tiempo –Dijo susurrandole en el oído para después darle un beso en la cabeza-.

Laura miró a Villamil y le sonrió, apoyó su cabeza en el hombro de Villa mientras escuchaba como él tarareaba la nueva canción lo que le hizo sonreír. Ambos se encontraban relajados cuando una voz les robó la atención, era la hora de embarcar. Cuando acomodaron todas las cosas y se sentaron, una azafata se acercó para desearles un buen viaje.

Azafata: Disfruten del viaje -dijo con una sonrisa-.

Laura y Villa: Muchas gracias.

Laura apoyó su cabeza en el hombro de Villa cayendo en los brazos de Morfeo minutos después. Villa al darse cuenta la tapo con una manta y él tomó su portátil y comenzó a ver series hasta que horas después cayó rendido.

Laura se despertó cuando quedaba 30 minutos para aterrizar, al ver que Villa estaba dormido se quedó acariciándole el cabello. Comenzaron a aterrizar y empezaron a aparecer turbulencias que hicieron que Villa se despertara asustado.

Laura: Tranquilo, estamos aterrizando -dijo para tranquilizarlo-.

Al aterrizar fueron a recoger sus maletas y se apresuraron para tomar un taxi. Minutos después se encontraban delante del hotel, unas chicas se acercaron a ellos y les pusieron un collar de flores.

Chicas: Esperemos que disfruten su estancia en el hotel -Laura y villa asintieron con una sonrisa-.

Ambos se dirigían tomados de la mano a recepción para que les dieran la llave de la que sería su estancia en las vacaciones. Laura se quedó observando la recepción, todo era muy agradable y relajante, se quedó embobada observando todo y no se dio cuenta que Villa se acercó por detrás sorprendiendola.

Villamil: Veo que te gusta lo que ves –Dijo sonriente mientras Laura se quedaba cara a cara con él-.

Laura: Esto es maravilloso –Dijo sonriente y acarició la mejilla de Villamil con cariño-

Villamil: Te mereces lo mejor –Dijo dándole un corto beso-.

Ambos pusieron rumbo a la habitación, aquel hotel te proporcionaba pequeñas casa típicas de la costa. Cuando llegaron ambos miraron todo maravillados, había una pequeña piscina en el jardín con sus hamacas y barbacoa, dentro estaba el salon y la cocina.

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El chico del corazón de cristalWhere stories live. Discover now