Capitulo 53

754 52 58
                                    

*Narra Alicia*

Nos encontrábamos en casa de Laura, Laura estaba abrazada a Villa y yo estaba al lado de Martín, estábamos hablando entre nosotros hasta que nos dimos cuenta que ya se había hecho muy tarde, decidimos irnos Martín y yo para dejar a Laura y Villa solos, para poder descansar. Nos despedimos y comenzamos a caminar hacia donde estaba aparcado mi coche, los dos estábamos muy juntos caminando con una sonrisa en el rostro.

Alicia: Que bien que hayáis decidido venir –Dije mientras le miraba con una sonrisa-.

Martín: Villamil comentó que iba a venir para darle una sonrisa a Laura y pues yo también tenía ganas de verte –Dijo mientras sonreía mirándome y enseguida clavó su mirada en el suelo sin perder ni un segundo su sonrisa-.

Alicia: También tenía ganas de verte y no sabes cómo me he alegrado cuando te he visto, pensaba que no te vería hasta dentro de unos tres meses –Dije con un toque de tristeza en la voz que Martín noto-.

Martín paró en seco y me sorprendió, tomo mis manos quedando cara a cara con él y con suavidad tomó mi rostro entre sus manos y me obligo a mirarle cara a cara, sus ojos pasaron de manera rápida por cada centímetro de mi cara como recordandolo y él sonrió.

Martín: Creeme no podría aguantar tres meses sin verte y escucharte reír –Dijo sonriendo y un rubor apareció en mis mejillas a la vez que mi sonrisa se hacía más grande-.

Me quedé mirando su sonrisa como si tuviera todo el tiempo del mundo, apreciando sus hoyuelos, sus ojitos, cada centímetro de su cara y de un momento a otro lo abrace. Le abrace dejando que todo desapareciera y que lo único que me importaba éramos nosotros, después de un rato abrazados nos separamos y antes de retomar el camino Martín me tomo de la mano acariciándola con cariño y comenzamos a caminar camino al coche.

Cuando subimos al coche comenzamos a pelear sobre la música y terminamos escuchando lo que yo quería, pero hicimos caso omiso a la música cuando comenzamos a hablar en todo lo que había pasado estas últimas semanas. En cuanto menos nos lo esperamos nos entrabamos en el hotel.

Martín: Bueno, ya hemos llegado –Dijo con una sonrisa algo triste-.

Alicia: Me hace gracia que siempre os quedáis en el mismo hotel –Dije sonriendo-.

Martín: Manía –Dijo para después soltar una tierna carcajada- Oye te quería preguntar una cosa –Dijo con algo de nervios-.

Alicia: Soy toda oídos –Dije poniendo una mano encima de la suya intentando así disminuir sus nervios-.

Martín: Me preguntaba si... ¿Te gustaría tener mañana una cita? –Dijo con rapidez y nervios para después mirarme fijamente-.

Alicia: Pues claro que si Martín –Dije llena de emoción- Estaré encantada de tener una cita contigo –Dije con un pequeño sonrojo en las mejillas y sonriéndole-.

Martín: Guay... Digo bien, mañana pasare a por ti a las nueve ¿Te parece? –Dijo sin tantos nervios y con un gran brillo en los ojos-.

Alicia: Me parece perfecto –Dijo sonriendo con ternura al ver su cara de felicidad-.

Nos quedamos mirándonos durante unos segundos, pude observar con claridad cada milímetro de su rostro, cada imperfección, cada detalle. Sin darnos cuenta nuestros cuerpos comenzaron a acercarse poco a poco, note como su mano comenzó a acariciar mi mejilla con delicadeza y cuando estuvimos a milímetros de distancia sonreímos durante una milésima de segundos antes de unirnos en un suave y cálido beso.

Cuando nos separamos por falta de aire sonreímos y Martín abrió la puerta del coche mientras que mi mirada estaba clavada en la carretera para evitar que viera mi sonrojo.

El chico del corazón de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora