Capitulo 49

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Laura se despertó al notar la luz que se filtraba a través de los cristales, abrió los ojos poco a poco mientras se acostumbraba a la luz. Observo maravillada el panorama, giró su cabeza para toparse a Villamil durmiendo plácidamente, una sonrisa apareció en su rostro al recordar todo lo que habían vivido juntos y como si él se diera cuenta se removió un poco y abrió los ojos topándose con la mirada de Laura.

Villamil: Buenos días –Dijo con la voz ronca mientras abrazaba a Laura-.

Laura: Buenos días –Dijo sonriente mientras acariciaba su pelo-.

Se quedaron mirándose unos minutos mientras sonreían, se dieron un corto beso y Laura desvió la mirada hacia los cristales para observar los peces que pasaba, Villa sonrió al verla y observo también los peces durante un rato.

Al rato se levantaron y después de vestirse se dirigieron al restaurante para desayunar, ya en el se toparon con un abundante buffet libre. Villamil tomo una bandeja y comenzó a servirse diferentes alimentos, Laura por su parte tomó un plato y al servirse se sentó a esperar a Villamil. Minutos después Villamil localizó con la mirada Laura y se acercó a la mesa dejando un plato lleno de comida.

Laura: ¿De verdad te vas a comer todo eso para desayunar? –Dijo señalando el plato de Villamil-.

Villamil: ¿De verdad vas a comer tan poco para desayunar? Te me vas a quedar en los huesos –Dijo dándole un beso en la frente para después sentarse-.

Ambos desayunaron con tranquilidad mientras hablaban de temas varios y reían, al rato terminaron y se dirigieron de nuevo a la cabaña. Ya allí se cambiaron y se pusieron los bañadores, Laura se quedó tumbada en una hamaca mientras que Villa se metió en la piscina para refrescarse. Al rato, Villamil se dio cuenta que Laura estaba a punto de dormirse en la hamaca y decidió molestarla un poco.

Salió de la piscina procurando hacer el menor ruido posible, cuando ya se encontraba de pie frente a ella se tumbó encima de ella despertándola y empapandola por completo.

Laura: ¡¡Villamil!! –Dijo intentando quitárselo de encima mientras él reía- No, ahora estoy empapada –Dijo mirando mal a Villa-.

Villamil: Es que pensaba que necesitabas un abrazo –Dijo sonriendo divertido mientras miraba como Laura le miraba-.

Villa reía al verla y le dio un corto beso en los labios que le creó una sonrisa a Laura, Villa aprovechó que estaba mirándole distraída para tomarla en brazos y salir corriendo para lanzarse juntos a la piscina. Cuando ambos salieron de debajo del agua se miraron, Villa miraba a Laura sonriente como un niño pequeño y Laura pasó de mirarle mal a sonreír para luego abrazarlo, Villa la miro y con delicadeza tomó su cara entre sus manos uniéndose en un beso lleno de dulzura.

Ambos se quedaron en el agua durante un rato jugando, hablando y aprovechando al máximo el clima. Laura estaba sentada en el borde moviendo los pies mientras que Villa estaba nadando vagamente mientras hablaban.

Villamil: ¿Y si vamos a bucear? –Dijo sorprendiendo a Laura-.

Laura: ¡Sí! Me encantaría, el fondo marino aquí es precioso –Dijo con una sonrisa en la cara y los ojos llenos de ilusión-.

Ambos salieron del agua y fueron a preguntar en recepción, allí les indicaron donde podrían ir a practicar submarinismo y se pusieron en camino. Al llegar se informaron sobre la actividad y pagaron para un viaje, después de ponerse los trajes y de que les informaran ambos se encontraban listos para sumergirse. Villa miró a Laura, esta lo mira sonriente y llena de ilusión, ambos se colocaron el oxígeno y cuando todo estaba listo se tomaron de la mano y se sumergieron a la vez. Cuando las burbujas del impacto se disiparon ambos quedaron maravillado ante la vista que el océano le ofrecía, Villa miraba los corales y las plantas submarinas, cuando levanto la mirada se topó con Laura observando llena de emoción un par de caballitos de mar que iban juntos, al darse cuenta de que Villa la miraba saludo con la mano y él hizo lo mismo.

El chico del corazón de cristalWhere stories live. Discover now