Capitulo 18

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Villa: Te amo –Laura se quedó mirando a esos ojos, fue todo tan de repente. Una gran alegría le invadió, ella también lo amaba y lo único que su cuerpo decidió hacer fue besarlo-.

En aquel beso demostraron lo real que era aquello que ambos sentían, fue un beso descontrolado, ninguno de los dos quería separarse, pero la falta de aire se hizo cada vez más presente y se separaron con la respiración agitada y una sonrisa que inundaba ambas caras.

Laura: Yo también te amo- Dijo sonriéndole y Villa la miró sonriente, la cogió de la cintura para juntarla con él y en un movimiento la abrazaba mientras que le hacía girar por el aire, ambos se miraban con muchos sentimientos descubiertos en el corazón-.

Ambos se quedaron juntos frente a la fuente. Laura tenía apoyada su cabeza en el hombro de Villa mientras que tenían las manos entrelazadas y Villa acariciaba la mano de Laura con suavidad. Después de unos largos minutos así, el cielo se comenzó a oscurecer y decidieron irse.

Ya en el coche se pusieron camino casa de Laura, mientras hablaban y reían pero en momentos en los que se hacía el silencio las miradas furtivas hablaban con el corazón. Ya estaban aparcados y ambos se miraron en silencio, ninguno de los dos se quería separar, solo deseaban que aquella noche se volviera eterna y que ellos pudieran disfrutar el uno del otro.

Villa que tenía la mirada fija en Laura se fue acercando lentamente, haciendo así que ambos corazones latieran a gran velocidad y que las ganas de sentir sus labios aumentará, cuando se besaron fue un beso corto y tierno, lleno de amor.

Laura: Quédate a dormir- Dijo en un susurro sin separar los rostros ni un centímetro-.

Villa puso su mano en la mejilla de Laura y sonriendo asintió lentamente sin dudar ni un segundo de su respuesta. Ya bajaron del coche y entraron a casa de Laura, ambos se metieron a la cocina a preparar la cena mientras que aprovechando que el otro no miraba se mancharan mutuamente y reían, ambos se complementaban a la perfección, eran como esa pieza que nos falta por encontrar, ambos eran esa pieza que le hacían sentirse completos.

Laura fue preparando la mesa mientras que Villa terminaba de cocinar y en lo que Laura miraba sus mensajes y los contestaba Villa ya había traído la cena. Laura le sonrió y comenzaron a cenar entre risas.

Villamil: Bueno señora Villamil. -Dijo riendo y Laura rio y le miro sorprendida-.

Laura: ¿Cómo señora Villamil? -Dijo tirándole la servilleta que tenía en la mano-.

Villa: No me vas a negar que Laura Villamil no queda bien -Dijo mirando a Laura la cual sonreía y empezó a reír-.

Laura: No queda mal, para que negarlo. -Dijo sonriendo ante la reacción de Villa-.

Villa: Es que todo lo que está relacionado conmigo es perfecto -Dijo con un tono de superioridad que tapaba una carcajada-.

Laura: ¡¡Cuidado, cuidado!! Que el perfecto de Villamil está aquí. -Dijo con voz sarcástica mientras que Villa reía y a ella se le dibujaba una sonrisa al verlo reír-.

Pasaron un rato más así y poco después terminaron de cenar, cuando ya estaba todo recogido se dirigieron al cuarto de Laura para prepararse para dormir, cuando llegaron Laura tomó su pijama y entró en el baño a cambiarse mientras que Villa se ponía la única ropa que tenía suya en casa de Laura. Laura salió minutos después y Villa se le quedó mirando fijamente y sonrió con ternura mientras estaba sentando en la cama.

Villa: ¿Alguna vez te he dicho que eres hermosa? -Dijo mirando sonriente a Laura-.

Laura miró detrás de ella y volvió a mirar a Villa: ¿Me decías a mí? -Villa rio y con una sonrisa se levantó, se acercó a ella y le beso con mucho cuidado, como si se fuera a romper y cuando se separaron ella sonrió-.

Ambos se tumbaron y apagaron la luz, por la ventana entraban algunas luces de una Madrid iluminada. Laura y Villa se giraron quedando cara a cara y rompiendo distancia comenzaron a besarse de manera descontrolada, ambos comenzaron a jugar con sus lenguas explorando cada rincón de sus bocas. El beso parecía que iba a ir a más, pero la falta de aire fue la razón de parar y ambos se quedaron mirándose con la poca luz que Madrid les daba.

Laura comenzó a jugar con el pelo de Villa mientras que él acariciaba su cara con delicadeza y de vez en cuando le robaba besos que a ella le hacía sonreír.

Cuando ambos estaban a punto de dormirse se miraron como queriendo plasmar esa cara en cada pensamiento de su mente, para jamás olvidar.

Villa: No te pienso dejar -Dijo mirando a Laura-.

Laura sonrió y fue ella esta vez quien le robo un beso. Villa la cogió de la cintura y la pegó más a él y apoyó su cabeza en el pecho de Laura escuchando las tranquilas palpitaciones de Laura.

Laura: Buenas noches viejito. –Dijo sonriendo mientras se acomodaba-.

Villa: Buenas noches joven. –Dijo mientras la abrazaba un poco más-. 

El chico del corazón de cristalKde žijí příběhy. Začni objevovat