El chico del corazón de cristal

Capitulo 45

Villamil: Laura despierta –Dijo con una bandeja en la que llevaba el desayuno que le había preparado a Laura-.

Laura al escuchar la voz de Villamil sonrió y comenzó a desperezarse dando vueltas por la cama mientras Villamil la miraba. Cuando Laura se encontraba a su lado, dejó la bandeja a un lado y le dio un tierno beso en los labios.

Laura: Buenos días –Dijo abriendo los ojos cuando se separaron de aquel beso- No hacía falta –Dijo mirando la bandeja con el desayuno y sonrió a Villa antes de volver a unir sus labios-.

Laura se incorporó y le dejó un espacio en la cama a Villa para que los dos se sentaran juntos a desayunar mientras reían y conversaban.

Villamil: Que ganas tiene mi madre de conocerte –Dijo y Laura al escucharlo casi se atraganta con el zumo-.

Laura: Yo también –Dijo intentando disimular los nervios y Villamil lo noto-.

Villamil: Laura, no pasara nada –Dijo sonriendo mientras entrelaza sus manos, Laura se relajó y le devolvió la sonrisa-.

Cuando terminaron de desayunar se prepararon. Cuando revisaron que no se dejaban nada pidieron un taxi camino al aeropuerto. Laura estaba emocionada de conocer el país de donde era su novio. Villa sentía nostalgia de volver a Bogotá y ver a sus padres. Cuando llegaron al aeropuerto fueron a hacer todo el trámite para después irse a la sala de espera para esperar a que se hiciera la hora del embarque. En la espera Villa se quedó dormido en el hombro de Laura, cuando casi se hacía la hora de embarcar Laura miró a Villa y sonrió.

Laura: Villa –Dijo en un susurro y este se removió- Tenemos que embarcar –Villa sonrió y la abrazo por la cintura-.

Villamil: Yo quiero quedarme así –Dijo sonriendo-.

Laura: Lo siento, pero tu familia nos espera allí –Dijo riendo al escuchar el suspiro de Villa-.

Ambos se levantaron y entraron en el avión. Ambos hablaron, rieron y se molestaron durante el viaje hasta que Laura quedó dormida en el hombro de Villa mientras este la acariciaba. Cuando sobrevolaron Bogotá una sonrisa apareció en la cara de Villamil y cuando desvió su mirada a Laura su sonrisa se ensanchó. Bajaron casi anocheciendo, cuando llegaron al aeropuerto los padres de Villamil los esperaban.

Laura al verlos comenzó a ponerse nerviosa y Villa al notarlo instintivamente tomó su mano haciendo que la tensión de su cuerpo disminuyera.

Clemencia: Bienvenidos a Colombia –Dijo mientras se acercaba a abrazar a su hijo y dar un cálido abrazo a Laura-.

Mauricio: Buenas hijo, que placer volver a verte –Dijo dándole un abrazo a su hijo para luego ponerse delante de Laura quien se tensó- Tu debes ser Laura, un placer soy Mauricio –Dijo sonriéndole y dándole dos besos-.

De camino a casa de los padres de Villa, ambos comenzaron a hablar con Villa y Laura, la cual perdió los nervios al ver lo buenas personas que eran. Laura miraba curiosa por la ventanilla del coche mientras respondía a sus suegros, Villa al darse cuenta de lo que hacía Laura tomó su mano con delicadeza y esta le miro sonriente.

Al entrar a la casa Laura se dio cuenta de la cantidad de fotos que había de Villa y de su hermana. Laura sonreía al ver las fotos de Villa que le provocaba mucha ternura, Clemencia al ver como Laura miraba una foto de Villa de bebé se acercó con ella mientras Villa hablaba sobre la gira con su padre.

Clemencia: Juan Pablo siempre fue un niño muy unido a la música –Dijo mientras miraba una foto que tenía Laura en las manos en las que estaba Villamil con una guitarra que casi era más grande que él-.

Laura: Se le ve –Dijo sorprendida y dejó el cuadro- Se le veía muy unido a Laura –Dijo viendo una foto de Villa abrazado a una niña mientras sonreía mostrando toda la dentadura-.

Clemencia: Ambos se cuidan desde muy pequeños, cuando Laura se mudó con su pareja Villa lo vivió algo difícil pero pronto surgió la colaboración con Paulina y fue como su medicina.

Laura: Tan bonito con el peluche –Dijo sonriendo con ternura al ver una foto de Villa dormido mientras abrazaba un osito de peluche-.

Clemencia: Uy, el señor panda –Dijo riendo- Villa no iba a ningún lugar sin su osito de peluche, recuerdo una vez que se fue...

Villamil: Bueno mamá, suficientes historias por hoy –Dijo tomando a Laura de la mano mientras la aleja de la su madre- Lo último que necesito es que me avergüences –Dijo y Laura rio-.

Laura: En otro momento me cuentas la anécdota –Dijo riendo y Clemencia le sonrió mientras le guiñaba un ojo-.

Villa tomó de la mano a Laura y la llevó a la mesa donde le esperaba con la cena preparada. Cuando comenzaron a cenar hablaron sobre la gira de Villa y sus planes hasta que la atención se desvió hacia Laura.

Mauricio: Laura ¿Tú a qué te dedicas? –Dijo captando la atención de la chica-.

Laura: Pues hace unos meses que me gradué y estoy en busca de trabajo ahora mismo. –Dijo sonriendo-.

Clemencia: ¿Y se puede saber qué estudiaste? –Dijo con una sonrisa maternal-.

Laura: Administración y dirección de empresas –Dijo orgullosa-.

Clemencia: Uno de los chicos también estudiaba eso, ¿Quién era? -Dijo pensativa- ¿Martín?

Villamil: Es Isa, Martín estudia diseño gráfico, pero Isaza no fue matrícula de honor ella sí –Dijo rápidamente para después volver a desviar la atención a hacia Laura que se había sonrojado-.

Mauricio: Eso tiene que ser increible.

Laura: Si, pero tampoco es para tanto

Clemencia: Como que no es para tanto, Villamil todavía ni se a graduado.

Villamil: Gracias por los ánimos madre pero es verdad, Laura es super inteligente y increíble -Dijo haciendo que Laura se sonrojara aún más-.

Después de una agradable cena, Laura y Villa se despidieron para ir a la habitación de Villa, cuando llegaron Laura comenzó a observar aquella habitación con curiosidad mientras tanto Villa la observaba con una sonrisa tranquila. Tomo su pijama y Laura se cambió aprovechando que Villa estaba en el baño.

Laura: Oye, me debes algo por la apuesta que gane sobre Alicia y Martín –Dijo sonriente-.

Villamil: Cierto, bueno señorita ¿Qué quieres? –Dijo mientras la abrazaba por la cintura y la acercaba a él-.

Laura: Umm... -Dijo pensativa- Mañana me tienes que dar un tour por Bogotá y me tienes que invitar a comer a tu restaurante favorito –Dijo sonriendo-.

Villamil: Me parece un gran plan –Dijo sonriendo para después besar a Laura-.

Ambos se acostaron para quedar dormidos con una sonrisa que ambos provocan y con una nueva ciudad en la que escribir más historias.