Capitulo 9

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Villa y Laura continuaron aquel beso. Lejos de ser algo descontrolado y bruto fue algo suave, tierno y cada movimiento encajaban como piezas hechas para ser unidas. Todos observaban a los chicos con cara de alegría o sorpresa pero nadie interrumpió aquella escena.

Pocos minutos después se tuvieron que separar por falta de aire, Laura sentía su corazón bombear a mil por hora mientras que toda su sangre subía hasta sus mejillas. Villamil tenía en su interior una guerra de sentimientos y un corazón bombeaba desenfrenado, miró a Laura sonriendo y juntando sus frentes sin todavía separarse, simplemente quería hacer ese momento eterno, algo simplemente de ellos. Notó como ella estaba sonrojada y sonriendo, él tenía una sonrisa fija en la cara desde que la vio en los ensayos y ese beso fue ya la gota que le colmó de felicidad.

Se fueron separando hasta quedar a una distancia normal y en cuestión de segundos un silencio incómodo los inundó a ambos. Simón y Nathalia, que como todos, no se habían perdido la escena lo notaron en sus caras y se acercaron.

Los chicos saludaron a Villa y Laura como si no hubieran visto nada.

Simón: Sin duda alguna hoy hemos tenido uno de los mejores conciertos de la carrera.

Nathalia asintió sonriente y Villa sonrió.

Villa: Ha sido de los mejores sin duda, Madrid nos ha mostrado un recibimiento de película.

Simón y Villa continuaron hablando, Nathalia y Laura fueron a recargar los vasos de bebida. Pasaron un rato hablando hasta que Isa, algo tocado llegó a ese círculo y comenzó a bailar Despacito y al reír todos le siguieron la bola y terminaron bailando con ellos.

Cuando por fin las canciones cesaron todos estaban o muy borrachos o muy cansados en la discoteca, gracias a muchas noches de concierto los chicos sabían controlarse aunque a Isa le había subido algo más rápido, cosa que hacía mucha gracias a Laura.

Se dirigieron fuera, eran las 4 de la madrugada y todos estaban cansados. Villamil se acercó a Laura.

Villa: No te voy a dejar irte sola a estas horas a tu casa, vente al hotel.

Laura estaba tan cansada que no iba a negar la oferta, teniendo en cuenta que deseaba estar más con Villamil.

Laura: Está bien, estoy tan cansada que no llegaría ni a coger las llaves.

Villa sonrió y se dirigieron de nuevo con los chicos. Esperaron a la furgoneta y cuando llegó subieron, Laura subió y Villamil se puso a su lado. Cuando arrancaron Villa le pasó el brazo por los hombros a Laura, ella rompió distancia abrazándolo y apoyando su cabeza en el pecho de Villamil.

Estaban ya de camino, Villa miro el paisaje de Madrid cuando cayó que él compartía cuarto con Martín y con cuidado de no molestar a Laura cogió su móvil y escribió a Martín.

Estaban ya de camino, Villa miro el paisaje de Madrid cuando cayó que él compartía cuarto con Martín y con cuidado de no molestar a Laura cogió su móvil y escribió a Martín

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Cuando apago la pantalla y guardo su móvil, levantó su cabeza y vio a Martín sonriéndole. Cuando llegaron Villa se fue a mover pero se encontró a una Laura dormida. Era una chica tan bonita, estaba tan tranquila que hasta se sintió mal por tener que despertarla.

Villa acarició la cabeza de Laura mientras se acercaba a su oído.

Villa: Laura... Ya hemos llegado -dijo susurrando-.

Laura escuchó esa voz y antes de abrir los ojos sonrió al reconocer la voz de Villa. Con cuidado levantó la cabeza y se topó con los ojos verdes de Villa alumbrados por las farolas que alumbraban la entrada del hotel. Laura asintió y Villa bajo primero, le ofreció la mano y Laura la cogió. Fueron a la recepción y Villa pidió la llave de la habitación.

Villa seguía tomado de la mano de Laura que iba medio dormida, llegaron al cuarto y ambos se encontraron una sola cama y era doble.

Villa: Si quieres me quedo yo en el sofá.

Laura negó: La cama es lo suficientemente grande para los dos.

Villa sonrió y se fue a cambiar, cuando salió vio a Laura con el móvil sentada en la cama.

Villa: ¿Quieres que te dejé una camiseta y un pantalón? Lo digo para que no duermas así vestida y vayas cómoda.

Laura: Te lo agradecería mucho -dijo riendo-.

Villa le pasó una camiseta y un pantalón deportivo. Laura los tomo y entró en el baño, cuando salió Villa no le quitó la mirada de encima. A Laura le quedaba ancha la camiseta y el pantalón le venía ancho.

Laura: Me viene grande todo -rio- pero la verdad que se está mucho más cómoda.

Villa sonrió y dijo: Estás muy mona con eso -rio con vergüenza-.

Laura se metió en una lado de la cama y Villamil en el otro. Villa quería dormir abrazado a ella pero no sabría cómo reaccionaria y se quedó mirando el techo pensando en todo lo que había experimentado en aquel beso y sonrió.

Laura pensaba en lo mismo y en todo lo que había sentido con Villamil en estos días y sobretodo sobre aquel beso lleno de ternura y deseo. Laura no sé lo pensó dos veces y apoyó su cabeza en el pecho de Villamil.

Villa sonrió al notar el contacto y pudo dormir con una felicidad que solo ella conseguía crear en él.

El chico del corazón de cristalWhere stories live. Discover now