Capitulo 28

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Con un buen tratamiento médico, Elizabeth se recuperaba. Poco a poco, su cuerpo volvía a tener la misma masa de carne. Su piel recuperaba ese color hermoso que me caracteriza. La luz dejo de lastimarla con el paso de los días, hablaba muy poco, solo su equipo médico sabía que ella ya había despertado, pues cada que recibía una visita pedía que le sedarán para no enfrentarlos. No hablaba con nadie, se había aislado. Las enfermeras le trataban bien, se podía decir que ya estaba mejor. Pero ella no se sentía así. Abrió los ojos ,pesados y débiles aún, por el sedante. Al pie de su cama estaba Catherine, no es que no apreciara que estuviera ahí, pero sinceramente le dolía el corazón recordar que a pesar de todo. Steve siempre eligirá a Catherine sobre ella.

—Me alegra saber que estás mejor— comentó con una sonrisa amable. Elizabeth aclaró su garganta, no podía hablar con normalidad—. Te deje un par de regalos, te debo mi vida, estuviste apunto de dar la tuya para que saliera de ahí— la azabache hizo un gesto desinteresado para que entendiera que no era nada—. Te estaré infinitamente agradecida, eres una persona excepcional, por eso logré obtener esto antes de que cinco--0 lo tomara.

Una pequeña memoria en sus dedos. La azabache busco su pizarrón, regularmente lo usaba cuando el dolor de su garganta por los gritos desgarradores en la tortura y las pastillas más las deshidratación le habían causado efectos. Escribió pulcra y limpiamente.

Gracias, es información clasificada. No debiste.

Cath sonrió.

—Debia, si algún día necesitas algo, no dudes en llamarme.

La palma de la D'Angelo se extendió recibiendo la información por la que había fue torturada por quince días. Sin descanso. Asintió. Entonces alguien entró sin previo aviso. Su cuerpo corpulento, bien formado ,su barba estaba larga.

—Lo siento, no sabía...

—No hay problema, de cualquier forma debo irme— miró su reloj—. Recupérate, Elizabeth.

El hombre se apartó para dejarla salir. Cerró la puerta tras ella. Elizabeth apartó el pizarrón. Se intento acomodar, pero a pesar de verse mejor , sus hombros aún estaban débiles. Fue en su ayuda acomodándola para que estuviera sentada. Agradeció con la mirada.

—Te ves mucho mejor que la primera vez que vine— dijo cruzándose de brazos.

Elizabeth le tendió la memoria.

—Esta— hizo una pausa—. A salvó.

—Debiste entregarla, tu vida me importaba más que la tonta operación de Finnigan— expresó con molestia. Elizabeth soltó una risa ronca y forzada.

—Soy una... Terca— tercio con una expresión inescrutable—. ¿Que mas... Te trajo a Hawaii...JJ?

—Mas que mi estudiante de la CIA favorita, asuntos personales— elizabeth asintió.

La habitación volvió a abrirse. Tyg, Dom, Carl, Boom y la joven Nym había sido liberada de su juicio con victoria. Todos con globos ,chocolates o peluches. Elizabeth sonrió divertida. Todos eran unos alborotadores, nada que ver con los soldados entrenados con caras serías diciendo barbaridades y medias. Hablaron y conversaron entre ellos hasta que JJ mostró el archivo de Sharif Mirza en la computadora que pidió afuera. La seriedad inundó el lugar, debían tener cuidado, no sabían si eran los últimos que tomarían venganza por Mirza. Y ahora su hermano Malik muerto. Podía haber más.

Steve miraba como la tensión se presentaba. Podía verlos desde afuera. No quería interrumpir. Quería hablar con ella. Ahora que estaba despierta por fin, solo quería hacerlo. Danny estaba en la sala de espera, recién había llegado. Actuaba normal, pero en su maletín traficaba unos cupcakes hechos por Crystal, Grace y Tristán quien sabía la receta. Unos dulces por parte de Charli. La tranquilidad de ese lugar se interrumpió cuando alguien entró agitado, su uniforme militar ,su boina la tenía en sus brazos, era como si a penas regresara de su servicio. Se acercó a la recepcionista.

ミSurvivorミ [Hawaii 5.0]Where stories live. Discover now