Capitulo 41

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Las risas hacían que el ambiente se volviera más ligero. Ver a Elizabeth sonreír, beber y haciendo comentarios sarcásticos. Estaban comiendo camarones cortesía de Kamekona. Bueno en una de sus mesas, la música a volumen respetable. Estaban Abby, Chin, Adam, Kono, Lou, Jerry, Danny, Grace, Aaron, Robert, Marcus, Crystal, Tristán y Steve, Las dos adolecentes estaban divertidas entre ellas. Tristán le parecía interesante hablar con Jerry aunque era algo fantasioso. Era diversión pura entre todos. Luego de la gran semana horriblemente en la que Elizabeth se forzó a si misma a tener que escuchar una y otra vez a Jackson llorar; la sentencia llegó y su decisión se volvió más clara que el agua. Volver a la CIA. No sería fácil, teniendo en cuenta que su padre era fue la cabecilla de Camorra por un tiempo. No importaba cuán difícil fuera el camino, debía volver. Para terminar lo que empezó. Cada enemigo acabado. Eso era lo que quería, podría sonar estúpido. Pero debía hacerlo.

Aunque eso signifique abandonar su Ohana.

—¡Entonces me estás tratando de decir que Elizabeth salto desde un helicóptero a un camión en movimiento solo por qué la retaste! ¡Estás seguro! ¿O no?

Robert asintió secundando la anécdota de Marcus bebiendo de su cerveza. Elizabeth soltó una risa contagiosa.

—¡Cuéntales que te paso!— invito Marcus.

—Un pie roto y contusiones en la cabeza— aclaró su garganta—. Pudo ser peor

—Pudiste morir si no fue por qué yo te salve— acuso Aaron.

Elizabeth asintió apenada.

—Y yo creía que los de la CIA eran como unos robots que siempre estaban en un escritorio— bromeó Adam recibiendo un ligero golpe por parte de su esposa.

—Y eso solo es una historia— corrigió la azabache divertida—. Una noche, en una fiesta de la cual por motivos gubernamentales no diré... Robert se metió en un congelador por qué quería ser el próximo Steve Rogers.

El trío de la CIA explotó en risa causando la misma reacción en todos.

—¿Y que le pasó?— quiso saber Lou.

—Hipotermia— respondió Robert—. De milagro no me morí.

—Si, la abuelita de Elizabeth nos dijo que estuvo rezando por el y que todo fue gracias a la virgen de Guadalupe— apunto Jones.

—Si— concordó Davis—. Estuve tomando su atole preparado por Elizabeth.

La azabache levantó su mano un tanto orgullosa.

—Oh dios...— Elizabeth comenzó a reírse sola—. Me acabo de acordar de algo— miró a Marcus—. La misión en Maldivas, 2005— el muchacho abrió los ojos negando constantemente avergonzado. Aaron y Robert captaron la información rompiendo en carcajadas.

—¿Que sucedió en Maldivas?— Preguntó Danny confundido—. Peleó con una serpiente o preparo un ritual satánico en medio de la playa.

Marcus no sabía dónde esconderse. Girarse y ahogarse en el mar para ser hallado en alguna costa parecía tentador a tener que contar lo que había pasado en aquel momento. Steve parecía más complacido queriendo saber que era lo que pasó. De hecho todos querían saberlo. Elizabeth aplaudió señalando a Robert. El debía contar la historia.

La azabache recargo su cabeza en el hombro de Steve. Quien paso su brazo por los hombros de D'Angelo.

—Se suponía que teníamos que intervenir la vídeo llamada de un objetivo— reprimió la risa—. En ese tiempo Clarisse quería competir con Elizabeth diciendo que era mejor en Hackeo— Marcus maldecia a la Donovan dónde quiera que se encuentre descansando—. Por un error de código o yo que se, Clarisse si hackeó la llamada pero también casa dispositivo en la isla— Marcus dejo caer su cabeza resignado a la humillación—. Marcus era quien iba a hablar, pero Clarisse lo hizo muy temprano, la cámara que había en la habitación de Marcus para intervenir la llamada y hacer una advertencia. Nos mostró... Bueno, no solo a nosostros si no también a todas las personas de la isla— mordió su labio queriendo reírse—. A Marcus desnudo jugando con un Pikachu enorme de peluche.

ミSurvivorミ [Hawaii 5.0]Where stories live. Discover now