Capítulo 15.

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La despertó su madre golpeando la puerta. Miró la hora en la pantalla de su teléfono y ya eran pasadas de las doce del mediodía. Sentía el cuerpo pesado, como si hubiera dormido un día entero pero apenas había logrado cumplir las ocho horas. La noche anterior se quedó hablando por mensajes con Maddi contándole lo que había pasado en el cementerio. Su amiga se había impresionado tanto como ella cuando le habló de los padres de Gerard. Además de que volvió a insistirle que esa era otra señal para que estuvieran juntos. Lily no quería pensar mucho en eso porque la desviaba del plan original que tenía para ese año.

-¡Hija ya está el almuerzo!

-¡Ya voy!

Agarró la bata bordo que colgaba del gancho detrás de la puerta y bajó a almorzar. Su imagen contrastaba mucho con la de su madre que estaba vestida con pantalón de vestir negro y una camisa color mostaza. Lily notó que ese día además de estar muy bien vestida como siempre, estaba maquillada y peinada.

-¿Vas a salir?- dijo sentándose a la mesa.

-Sí- se sentó, en su plato había un quinto de la porción que tenía Lily. –Quería que hablemos antes de que me vaya y este me pareció un buen momento.

-¿Sobre qué? ¿Pasó algo en tu trabajo?

-Sí pasó, pero no es algo malo- sonrió nerviosa. –Conocí a alguien.

-Ah- soltó el tenedor y puso los codos sobre la mesa.

-Bueno, hace tiempo que hablamos, es un compañero del trabajo. Y... hoy me invitó a almorzar.

-¿Quién es?

-No creo que lo conozcas, se llama Johnny.

-¿Fue al funeral?

-¿Importa?- Emma comenzaba a sonar molesta.

-¿Sabe que eres viuda y tienes una hija?

-Claro ¿cómo no iba a decirle?

-¿Y así y todo se anima a invitarte a salir?- le dio un trago al vaso de jugo. -¿Ya lo vas a olvidar?

-Lily- intentó tocar su brazo pero ella se alejó. –Ya pasaron más de dos años, en algún momento tenemos que seguir con nuestras vidas y esto es algo que las dos sabíamos.

-Y eso hicimos ¿no? Yo seguí estudiando, empezaste a trabajar. Hicimos terapia y ya no lloramos por su muerte.- los ojos se le llenaron de lágrimas de enojo, se levantó de la silla. -¡Nunca hablamos de que salgas con otro tipo y te olvides de papá!

Emma no se levantó, respiró hondo para no llorar y poder ser quien mantuviera la calma de las dos.

-Te aseguro que nunca me voy a olvidar de él porque lo recuerdo cada vez que te miro- su voz sonaba temblorosa. –Esto es parte de crecer ¿Qué tengo que hacer? ¿Seguir sola el resto de mi vida? ¿Qué voy a hacer cuando te vayas a la universidad? No quiero eso en mi vida Lily.

-¿Por qué tan pronto?

-Se dio así.

Lily respiró hondo y se acercó otra vez a la mesa. Se miraron con Emma. No la podía imaginar de la mano con otro tipo. Sonriéndole como hacía con su padre. Se volvió a sentar en su lugar y agarró el tenedor.

-No lo quiero conocer- dijo después de unos segundos para disipar la tensión. –Pero si te hace sentir bien y no le molesta que tengas una hija supongo que no puede ser tan malo.

Su madre sonrió, le agarró la mano y se la apretó fuerte.

-Creo que se van a llevar muy bien.

Going to Pasalacqua TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora