Capítulo 41.

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Corrió con todas sus fuerzas, solo prestaba atención a no caerse ni chocar. No sabía a donde estaba yendo. Siguió corriendo hasta que llegó a una avenida y pasaban tantos autos que no le quedó más opción que detenerse. Las palabras de Evan, cuando se iba, seguían retumbando en su cabeza:

-Te vas a arrepentir. ¡Lo juro!

El semáforo detuvo los autos y siguió corriendo. Se dio cuenta que la adrenalina comenzaba a abandonar su cuerpo por el dolor en las piernas y el ardor en el pecho al respirar. Maldijo su estado físico. Llegó a una plaza y se detuvo en la entrada. 

Empezó a sentir un dolor punzante en la cabeza. Rogaba al cielo no desmayarse, no quería toda la mala suerte junta. Recuperó un poco el aliento y caminó hasta la fuente que había en el centro. La brisa fresca la ayudó a dejar de transpirar. Deseaba nunca haber salido del cuarto de Gerard. Sacó su teléfono por la llamada entrante. Era su madre. No atendió.

Tenía que pensar en una solución. Ordenar su cabeza. La única persona que la podía ayudar a evitar que Johnny se mude a su casa la odiaba, no querría verla otra vez. Sonrió. Una risa histérica se le escapó cuando se dio cuenta. Ya no tenía novio. Se levantó el cabello y volvió a reír. Un par de mujeres de tercera edad que pasaron la miraron preocupadas por su estado mental. Ella no las notó, se sentía demasiado aliviada de que sin siquiera proponérselo se había sacado un problema de encima.

Volvió a agarrar el teléfono y miró las últimas personas con las que había hablado. Pensó en llamar a Gerard pero temía lo que pasaría cuando le contara lo que pasó con Evan y tuviera que contarle por qué odiaba al novio de su madre. Siguió mirando, solo había una persona que la podía ayudar sin que todo fuera un caos. Maddi.

-Puedes denunciar a Evan por lo que hizo- fue lo primero que comentó su amiga cuando terminó de contarle lo sucedido luego de encontrarse en casa de esta.

-¿Crees que voy a lograr algo? Sus padres tienen montones de dinero y a él lo quiere todo el mundo. Solo voy a poder terminar mis estudios si me vuelvo sorda.- Maddi hizo una mueca de disgusto.

-¿Y los chicos no se pueden encargar del novio de tu mamá? Estoy segura que a Gerard le encantaría darle un par de golpes.

-No sabe lo que pasó.- y era lo mejor, pensó. Luego de salir de la plaza había tomado la decisión de que no quería repetir lo que pasó con Andrew. –Aparte no consigo nada, mi mamá va a saber que tuve algo que ver.

-No estás ayudando- se quejó Maddi. –Creo que queda una opción, tendría que comentársela a mis padres antes pero creo que estarán de acuerdo.- posó una mano en su hombro para que la mirara.  -¿Quieres vivir conmigo?

Lily abrazó a su amiga tan fuerte que la dejó sin aire

-Estaba esperando que lo dijeras para no meterte presión- la soltó. –Gracias, en serio.

Volvieron a abrazarse y Lily no paraba de agradecerle hasta que su teléfono volvió a encenderse por la llamada entrante de Emma. Miró a su amiga buscando una respuesta.

-Dile- y salió del cuadro a hablar con sus padres.

-¿Qué pasa mamá?

-¿Dónde estás? Llamo a Evan y no me atiende. ¿Dónde se metieron?

-Estoy con Maddi- pensó en cómo evitar el tema de Evan. –Evan no estaba- suspiró. -¿Johnny sigue en casa?

-Sí. ¿A qué hora vas a volver?- sabía por el tono que ahora que la había ubicado volvía a estar molesta. –Lily.

-No voy a volver- apretó la mano y cerró los ojos. –Si él va a estar ahí entonces me quedo con Maddi. No voy a convivir con un posible violador.- se le revolvió el estómago.

Going to Pasalacqua TERMINADATahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon