Capítulo 25.

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Habían pasado dos horas desde que Lily había llegado al hospital, se había soltado el cabello y ya no se notaba lo mucho que había llorado. Durante ese tiempo recibió mensajes de Evan preguntando cómo iba todo y ella le contestó que no podía hablar. También mensajes de su madre preguntando a qué hora regresaría y le dijo que estaba en casa de Maddi, entonces le avisó a su amiga que la cubriera y que después le contaría todo. Maddi aceptó y preguntó si todavía estaba en casa de Evan. Ella solo se limitó a decirle que no. Mikey no se había sentado un segundo, caminaba de un lado a otro frente a la habitación. Bob estaba recostado en el banco de madera mirando al techo de la sala. Las enfermeras entraban y salían sin darles ninguna noticia sobre el estado de Gerard. Después del último ataque nada había cambiado en las pantallas. El miedo más grande de Mikey era que quedara en coma. El de Lily que muriera.

Un rato más tarde llegaron Ray y Frank. El último tenía el labio inferior hinchado y morado por el golpe que le había dado Mikey. Cuando ella lo vio le recorrió un escalofrío y se alejó para no tener que verlo. Él y Mikey hablaron de lo que pasó, terminaron abrazándose y el hermano de Gerard le aconsejó que fuera a disculparse con Lily. No estaba muy convencido pero se acercó a ella vigilado en todo momento por Mikey que estaba a su lado y los otros que estaban alerta mirando desde el banco.

-Quería disculparme. Me excedí.

-Bueno.- lo miró. –Supongo que en tu situación hubiera hecho lo mismo.

-Estoy arrepentido por lo que hice y lo que dije.

-¿De verdad?

Frank se tomó unos segundos para contestar en los que ninguno de los dos bajó la mirada.

-Sí.

-Acepto tus disculpas, no le voy a decir nada a Gerard de lo que pasó.

-Te lo agradecería.

Mientras ellos hablaban entraron tres enfermeros llevando una camilla. Salió la enfermera que lo estaba controlando y se acercó justo en el momento que terminaron la conversación.

-¿Son familiares?

-Sí- contestó Mikey.

-Ya vamos a trasladar al paciente a su habitación y ahí podrán entrar a verlo. Pero por su estado solo podrá ingresar una persona a la vez.

-¿Su estado? ¿Cómo está?- preguntó Lily

-Estable, pero si lo alteran podría complicarse. Los nervios están muy afectados por el cóctel de drogas que consumió. Ya lo medicamos para contrarrestar los efectos pero como dije. Necesita descansar.

-Gracias- dijo Mikey y la enfermera se retiró.

Los enfermeros cerraron las cortinas de la habitación antes de mover a Gerard. Entre dos lo levantaron con cuidado para ponerlo en la camilla. Un tercero controló que todo siguiera en su lugar y lo sacaron de la habitación. A la derecha de la puerta estaban Mikey y Lily, a la izquierda Ray, Bob y Frank. Lily fue la única que se animó a extender la mano y pudo rosarle la mano derecha con la yema de los dedos.

-¿A qué habitación lo llevan?- preguntó Frank a los enfermeros.

-502, segundo piso.- contestó el último enfermero que salió.

Los cinco siguieron la camilla hasta que la subieron al ascensor. Lily se sentía más aliviada, sentía que hasta que no tocó su mano el corazón no le latía. Fue la última en apartarse del ascensor para ir a esperar el otro y así llegar al segundo piso. Ray se quedó a esperarla mientras los demás ya estaban subiendo.

-Lindo vestido- comentó para desviar la atención de lo que pasaba.

-Gracias.

-¿Estabas en una fiesta cuando te llamó Mikey?

Going to Pasalacqua TERMINADAWhere stories live. Discover now