Capítulo 28.

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Al otro día despertó por los golpes de su madre en la puerta avisándole que si no se apuraba no podría llevarla al colegio. Terminó de despertarse y se dio cuenta que había dormido abrazada a una de las almohadas lo que le provocó risa por ella misma.

De camino su mirada se dirigía afuera del auto pero sus pensamientos estaban en la habitación de Gerard recordando el desenlace de su charla. Con el dedo pulgar se rozó el labio inferior recordando cada beso que le dio y volvió a sentir algo parecido como un escalofrío pero que se sentía reconfortante.

-¿En qué piensas?

-Nada.- se peinó el cabello con los dedos para que le taparan la cara y su madre no se diera cuenta que se había sonrojado.

-Si estabas pensando en Evan no tienes que decírmelo. Yo actuaba igual cuando comencé a salir con tu padre. Me tenía en las nubes.

No le contestó, la miró de reojo y no pudo ocultar la sonrisa que se le escapó al escucharla hablar de su padre con cariño.

-¿Me harías un favor muy grande?- le preguntó despertando su curiosidad.

-¿De qué se trata?

-Lo estuve pensando mucho y también lo hablé con Johnny, el punto es que me gustaría dar una cena en casa para que se conozcan.- se aclaró la garganta. –Puedes invitar a Evan si quieres así lo conozco.- al no tener respuesta siguió hablando. –Sería como una cita doble.

-Es una doble presentación en todo caso.

-Solo quiero que me digas qué te parece así la organizo.

-¿Cuándo?

-El viernes.- detuvo el auto en la puerta del colegio. Lily bajó pero no cerró la puerta.

-Bueno, veré si él puede y te aviso.

-Gracias- cerró la puerta. –Te amo.

Hizo de cuenta que no la escuchó y se ajustó la mochila en los hombros antes de entrar. Volvió a encontrarse con varias personas mirándola por su atuendo; un blazer abrigado gris que era de su madre y calzas térmicas negras. Pasó junto al grupo de Evan y todos los chicos la miraron al pasar. Evan la vio después, cuando salió del baño de hombres ajustándose el cinturón. Se dio cuenta que todo el grupo la miraba, por lo que al encontrarse la agarró por la cintura y la besó un poco desesperado queriendo meter la lengua en su boca cuando ella esperaba el mismo beso fugaz que siempre se daban para saludarse.

-Estás más preciosa que el día que te conocí, bebé.- la alagó sin soltarla y la besó en el cuello.

-Evan por favor- lo alejó un poco. –Nos están mirando.

-Lo siento, ayer me quedé con muchas ganas de verte- la besó en los labios. –A solas- acarició su espalda baja.

-La próxima será- recordó a su madre. –Por cierto, el viernes mi madre va a organizar una cena para presentar a su novio y para que sea más justo dijo que podías venir.

-¿En serio?- la miró incrédulo y ella asintió entusiasmada. –Me encanta la idea, por fin voy a conocer a mi suegra.

A Lily la etiqueta que le puso a su madre le incomodó pero no dijo nada, con esa noticia pudo evadir que Evan la siguiera abrumando con sus besos en el cuello y sus manos traviesas. Cerca del salón se encontró con sus amigas las cuales saludaron a ambos. Él les contó sobre la cena muy entusiasmado aunque ella no tenía muchas ganas de hablar al respecto porque Annie y Giselle no estaban al tanto de la nueva relación de su madre y comenzarían a preguntar. Desvió la mirada del grupo un segundo al pasillo y vio acercarse a la persona que menos esperaba en el colegio.

Going to Pasalacqua TERMINADAWhere stories live. Discover now