Capítulo 26

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El lunes por la mañana al colegio entró una Lily diferente. Tenía puesta una camiseta gris de mangas largas y por encima una de las camisetas negras de su padre que le quedaban tres talles más grande con el logo de Oasis estampado en el frente. Se había delineado los ojos por encima del parpado y por la línea de agua con negro. En las piernas usaba un jean rasgado en las rodillas que solo usaba cuando salía y sus borcegos favoritos. Por primera vez más de una persona la miró sin tener que estar Evan agarrando su mano. Notó las miradas y levantó más la frente. Sentía una seguridad que jamás había sentido. Antes de llegar a la puerta del salón se encontró con sus amigas. Como se esperaba, dos de ellas parecían espantadas. Maddi en cambio la recibió con un abrazo y antes de soltarla contempló su apariencia.

-Miau, me encanta ¿es todo nuevo?

-No, son cosas que casi no uso.

-Nunca te había visto así vestida- comentó Giselle. -¿Por qué?

-Porque tuve ganas- contestó con una sonrisa. -¿Entramos?-

Las tres se miraron. Maddi estaba ansiosa por saber cómo seguiría la mañana y la siguió. Annie y Giselle intercambiaron una mirada de asombro antes de entrar al salón. Detrás de ellas entró Evan, llevaba en la mano una margarita que había cortado del jardín que tenía el colegio. Agarró la silla que estaba en el escritorio del profesor y se sentó frente a Lily. Al verla la sonrisa triunfadora que tenía desapareció.

-Hola amor- dijo ella.

-¿Quién eres y que hiciste con mi novia?

-¿Qué?- él la escaneó de arriba abajo con la mirada sin contestar. -¿Tengo algo malo? ¿Se me corrió el delineador?- miró a Maddi y ella negó con la cabeza.

-¿Por qué este cambio de look?

-Porque sí, ayer estuve acomodando cosas de mi papá y estaban algunas de sus camisetas. El resto fue para combinar.- contestó sin dejar que le afectara la mirada desaprobatoria de Evan.

-A mí me gusta- comentó Maddi.

-No es que no me guste, es... diferente.- intentó acomodar sus pensamientos. –Te traje esto- le ofreció la flor.

-Gracias- la agarró y olió. –Me encanta- con los codos en la mesa tomó impulso para besarlo en los labios.

-¿Cómo está tu primo?

-Mejor, le reventó el apéndice así que estará unos días internado y me dejaron a mi encargada de cuidarlo porque mi tía no puede dejar solos a sus hijos.

Maddi al escucharla ladeó la cabeza y levantó una ceja, no recordaba de ninguna tía de Lily que tuviera varios hijos. Después de eso llegó el profesor y Evan se fue del salón sin besar a su novia. Varias chicas en el aula lo siguieron con la mirada y luego miraron a Lily discretamente pero sin disimular su desagrado.

-¿Qué tía?- le preguntó en voz muy baja mientras el profesor pasaba lista.

-Después te cuento.

Ese después no llegó esa mañana. Durante el recreo Evan estuvo todo el tiempo junto a ella besándola o abrazándola por detrás mientras le contaba lo contenta que estaba su madre por la visita. Le pidió perdón por haber reaccionado mal por el vestido que usó y terminó por darle la razón en que era mejor que el otro. Sin embargo, no se disculpó por cómo reaccionó a su cambio de imagen y aunque parecía un detalle menor a ella le quedó haciendo ruido ya que se sentía hermosa con ese estilo.

Llegó al hospital justo cuando comenzaba el horario de visitas. Una enfermera la escoltó hasta la habitación y abrió la puerta. Dentro Gerard estaba sentado en la cama acompañado de su hermano. Saludó a ambos con un beso en la mejilla y se sentó en el borde de la cama.

Going to Pasalacqua TERMINADAOnde histórias criam vida. Descubra agora