Capítulo 17.

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AC: Este capítulo contiene escenas de consumo de drogas.

Ray fue el primero en escuchar los gritos y miró asustado al resto. Ninguno entendía que era lo que pasaba pero sabían que no era nada bueno. Frank fue el primero en levantarse y subir lentamente los escalones. Abrió un poco la puerta y espió con un ojo. Justo pudo presenciar el momento que Gerard le gritaba a Lily y ella lo golpeaba en el rostro. Le dolió hasta a él escuchar el sonido del golpe pero no se movió. Ray, Mikey y Bob estaban al pie de la escalera intentando escuchar y esperando que Frank les dijera algo de lo que pasaba. Los cuatro escucharon el portazo. Frank fue el único que vio cuando Gerard tiró con furia su licencia de conducir y subió las escaleras. Un segundo después se escuchó el portazo proveniente de su habitación.

Los cuatro intercambiaron miradas entre sí. Sabían que el ensayo no iba a continuar y que alguno tendría que subir a hablar con Gerard.

-Yo voy a limpiar.- se apresuró a decir Mikey. –Frank, tu cuarto está junto al de Gerard, si llega a romper cosas avísame.

-Ok- salió del sótano y subió a su cuarto sin hacer ruido en el pasillo.

-Ray, fíjate que no haya nada roto en el garaje y Bob, intenta hablar con él.

-¿Tienen idea qué pasó? Todo iba muy bien- preguntó Bob.

-Lo único que se me ocurre es que ella sepa todo- contestó Ray. –Seguro encontró alguna cosa cuando subió.

Bob miró apenado a la puerta del sótano y subió. Detrás de él subió Ray y se separaron en la escalera al primer piso. Se acercó cautelosamente para que sus pasos no se escucharan en el piso de madera. Se paró frente a la puerta del cuarto de Gerard y acercó la oreja. No se escuchaba nada y eso le atemorizaba aún más. Sin mover la cabeza golpeó la puerta.

-Gerard ¿Podemos hablar?

-¡NO!

-Por favor ¿qué pasó con Lily?

-¡¿Qué mierda te importa?!- acto seguido tiró un portarretrato contra la puerta. -¡Dejame en paz!

A Bob el golpe contra la puerta le hizo retumbar la cabeza. No quiso seguir insistiendo. Bajó a la sala de estar y estaba yendo camino a la cocina cuando encontró la licencia de conducir de Gerard en el suelo. Entonces pensó lo obvio, Lily la había encontrado y eso arruinó los planes de su amigo. Dejó la licencia sobre la mesita de la sala y se fue a la cocina. Se preguntaba qué iba a hacer Gerard ahora.

Frank estaba sentado en su cama cuando escuchó los gritos de Gerard y el golpe contra la puerta. Se asustó pero ese fue lo último que escuchó. Se recostó en la cama boca arriba, miraba al techo y se le dibujó una sonrisa en los labios al pensar en lo que había visto. Sentía que por fin el destino se ponía a su favor alejando a Lily de su mejor amigo. Pensó en lo mal que se sentiría Gerard en ese momento y que estaría él para consolarlo. Con Lily peleada con Gerard él ya no tenía que preocuparse de nada. Cerró los ojos, estaba por quedarse dormido pero la música a todo volumen de la habitación de al lado lo sobresaltó. Se sentó asustado en la cama sin entender nada. La pared que compartía con el otro cuarto temblaba.

Gerard pudo levantarse de la cama, se sentó en el escritorio donde tenía la computadora e ingresó a la carpeta de música. Buscó las canciones más ruidosas que tenía y con un doble clic en la primera canción empezó a reproducirse. Se levantó y le subió el volumen a los parlantes que estaban en un estante sobre el cabezal de la cama. Ambos parlantes estaban al máximo, vibraban las paredes, la cama y las ventanas. Se volvió a tirar en la cama boca abajo, quería disipar sus pensamientos entre los acordes de la guitarra y las voces guturales pero no lo lograba. Se acordaba de la expresión de Lily cuando lo vio en el garaje. Sus palabras no dejaban de dolerle, eran como agujas que mientras más tiempo pasaba más se le clavaban en la piel. 

Going to Pasalacqua TERMINADAWhere stories live. Discover now