Going to Pasalacqua TERMINADA

Capítulo 36.

-¿No vas a contarme dónde estuviste?- Maddi miró a su mejor amiga un poco sorprendida por la pregunta. –Gerard me contó.

Las dos miraron al chico sentado en el fondo del aula que estaba muy concentrado dibujando mientras los demás respondían las consignas del profesor.

-¿Lo hablamos en el recreo?- volvió a mostrar la gran sonrisa que tenía desde que se habían encontrado en el pasillo.

Cuando la clase terminó las dos fueron de las primeras en salir y se apresuraron a llegar a la biblioteca. Se sentaron en uno de los pasillos del fondo, que era de los menos concurridos, y Maddi empezó a contarle de su noche con Mikey sin omitir el detalle de su charla con Gerard.

-¿Viste a Gerard antes de salir?- preguntó Lily ansiosa por contarle lo que había pasado.

-Él me trajo, llegó a la casa cuando estábamos desayunando. No me dijo nada. Estaba muy pensativo y contento ¿sabes algo?

Una sonrisa enorme se dibujó en el rostro de Lily. La cual ocultó bajando la cabeza un instante ante de contestarle.

-No estuve con Evan.- confesó casi en un susurro. –Volví a mi casa y Gerard fue a verme.

Su amiga se tapó la boca para amortiguar el grito de alegría. Por suerte no había nadie cerca y la bibliotecaria había salido.

-¿Durmió en tu casa?- preguntó en voz muy baja, Lily asintió. -¿Solo durmieron?

-Sí.- rió y bajó la mirada. –Él en ningún momento quiso hacer otra cosa.

-Qué tierno.- Lily suspiró mirando un punto de los estantes altos y Maddi se dio cuenta del brillo particular en sus ojos. –No quiero arruinar tu felicidad pero ¿te das cuenta que Gerard es mucho mejor que Evan? No digo que lo dejes pero tendrías que pensarlo.

Se quedaron en silencio. Ella lo pensaba todos los días y sabía muy bien por qué no lo dejaba. Sin embargo, lo que pasó la noche anterior le había hecho dudar de si era suficiente seguir esa relación solo porque a los demás les gustaba verlos juntos.

De repente alguien entró corriendo a la biblioteca, metiéndose entre las estanterías sin bajar la velocidad. Recién se detuvo cuando llegó al pasillo donde encontró a las dos chicas sentadas en el suelo, a mitad del pasillo. Era Annie.

-Evan se está peleando con Gerard.- anunció antes de agacharse para recuperar el aliento.

-¿Qué? ¿Por qué?- dijeron a la vez y se pusieron de pie.

-Ni idea. Vengan rápido.

Las tres empezaron a correr, no les importó la bibliotecaria que casi empujaron cuando salieron al pasillo. Lily iba detrás de sus amigas, temerosa de lo que se encontraría. La pelea se estaba llevando a cabo al pie de la escalera. Gerard estaba debajo de Evan, defendiéndose de los puñetazos que este intentaba darle en la cara. Alrededor de ellos, estudiantes de su año y de los otros se amontonaron a presenciar ese combate entre el chico popular de último año y un chico que nadie conocía. Era evidente quien esperaban que ganara.

Evan tenía un raspón en la mejilla y el cabello revuelto. Gerard todavía conservaba el rostro intacto pero comenzaba a cansarse de parar los golpes. Entonces empujó con las piernas a su atacante y se puso de pie dispuesto a seguir peleando.

-¡Basta!- gritó Lily parándose entre ambos. -¡¿Por qué están peleando?!- miró a Evan.

-¡Él empezó!- intentó tirarse sobre Gerard pero ella lo detuvo agarrándolo de los hombros.

-¡Deja de inventar mentiras sobre ella!- gritó Gerard, estaba furioso, con cada músculo de su cuerpo contraído. Lily giró la cabeza para verlo, sin soltar a su novio. -¡Nunca se acostaría con alguien tan idiota!- Maddi reaccionó y se puso frente a él para detener la pelea.