Capitulo 1

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Meses después de aquella primera navidad juntos, León y Jill empezaban una nueva vida libre de aparentemente problemas ajenos a bioterrorismo.

Cuándo León pidió la mano de la castaña, está última no lo pensó ni un segundo, y siquiera llegó a su mente rechazar la oferta, pues se había dado cuenta qué aquel hombre sería el que le acompañe toda la vida, además de ser el padre de su primera hija.

Él le salvó la vida hace un tiempo, Ella por cumplir una promesa termino fingiendo ser la novia del rubio, en todo caso... Y a medida que ambos se empezaban a conocer mejor, una chispa destello en los dos.
El gran atractivo y carisma de León, cautivo a Jill desde el principio, aunque ella se resistió y negó algunas cosas, su primer beso, su primera insinuación, y por supuesto su primera experiencia sexual entre ambos, resulto ser más que gratificante.

Con personalidades no del todo iguales, pero si que se complementaban, como si de un rompecabezas se tratase.
Jill era ordena y hermetica en cuestiones de su vida, León por su parte era alguien despistado y bastante sarcástico, acompañado de un sentido del humor que hacía la vida de la mujer bastante divertida.

Su boda se celebro en marzo, La castaña ya tenía mucho más abultado el vientre, y con duras penas pudo entrar en el vestido de novia que había escogido, con ayuda de Sherry y Claire pudo entrar.
Ambas mujeres no dudaron en manifestar lo hermosa y perfecta que se veía Jill con el vestido puesto, pese a que estaba embarazada y su tan envidiable cintura estrecha parecida a la de una avispa, había dejado de serla hace meses.

Barry encamino a Jill al altar, donde León y el padre le esperaban, su velo blanco y muy bonito a la vista de todos, dejaba ver lo ostentoso y caro de la prenda.

León la tomo de la mano y juntos escucharon las palabras del Padre, al final... El hombre levantó el velo de ella, y mirándo fijamente sus bellos ojos azules, similares a los de él, le dio un suave beso en los labios, Jill se dejó llevar y cerro sus ojos en el acto, Rapidamente las personas del lugar aplaudieron y se levantaron en señal de aceptación y felicidad... Ya que eran prácticamente marido y mujer.

...

Al final de ese día y después de acabar las celebraciones, León la llevo en su auto a casa, la cargo con todo y que ella pesaba bastante más de lo que pesaba antes, con esfuerzo y dolor en la espalda la dejo suavemente en su cama.

-Entonces... ¿Ahora soy la señora Kennedy?-Una mirada pícara acompañada de una leve mueca en sus labios, provocó que León sintiera más que un pequeño pensamiento no tan moral.

Paso saliva-Creo que si... Aunque si quieres, puedes mantener tu apellido de soltera... Realmente eso es lo de menos.

Ella apoyo su cabeza en la almohada que tenía detrás, y rió por aquel comentario-Para nada... Eres mi esposo y tu apellido será ahora el mío a partir de ahora, y también el de Dana.

-¿Dana?-Replico confundió.

-Asi es, Dana Kennedy... ¿Te gusta?

El apretó su mirada, no estaba disgustado si no sorprendido.

-Bueno... Es bonito, pero yo estaba pensando en Betsy o Metralleta... Creo que va más a su estilo no crees.

-Estas bromeando verdad...-Se levantó de la cama con algo de esfuerzo-No llamaré a mi hija de esa manera.

-¿Porque no?

Ella se jacto de la respuesta de León, resultandole bastante absurda-Cielo, te amo y lo sabes... Pero no eres bueno pensando en nombres.

-Ademas Sherry me ayudó en el nombre hace una semana, a ambas no gusto y pensamos que a ti también.

El agente rasco su cabello, intentando pasar por alto el comentario-Bueno está bien tu ganas, Dana será... Pero podríamos añadirle Dana Metralleta Kennedy no crees, a si cuando esté en secundaria los jóvenes lo pensaran dos veces para invitarla a salir.

La historia de Leon y Jill 2Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang