Capitulo 36

344 32 7
                                    

Notas de Ada Wong

He cumplido mi primer objetivo, eliminar a Ryan.

Pero no seré tan dura con el pobre, al menos murió sabiendo que llegó al éxtasis total... Que tipo más afortunado.

Posdata: Dejé libre el cuerpo de Sherry, después de darme cuenta del resultado de mi espora, ya no me sirve para más.

...

2 días después

Tanto León como Jill, se apresuraron lo más que pudieron, se saltaron varios altos, topes e incontables semáforos, nada contendría al agente Kennedy.

Esa mañana cuando la mujer preparaba el desayuno, Un colega de la D.S.O le informó a León que Sherry había sido encontrada a 20 kilómetros de distancia de Manhattan.
Sin duda la noticia libero un miedo y un sentimiento que le había estado molestando desde hace días.

No recibió muchos detalles, solo que se encontraba bien pero debía estar en el hospital, esto último preocupó a León, pero el hecho de que su rubia estuviera viva, ya le aliviaba.

...

Al llegar al hospital y hacer un poco de papeleo, La pareja se encaminó a la habitación donde la joven rubia yacía después de ser encontrada hace unas escasas horas.

Cuando León entró a la habitación seguida por Jill, Sherry no se inmutó, estaba despierta pero no movió un músculo hasta que los tacones de la Señora Kennedy retumbaron en el duro piso del lugar, fue ahí cuando la joven pareció notar su presencia.

Cuando León entró a la habitación seguida por Jill, Sherry no se inmutó, estaba despierta pero no movió un músculo hasta que los tacones de la Señora Kennedy retumbaron en el duro piso del lugar, fue ahí cuando la joven pareció notar su presencia

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

León solía ser muy perspicaz, razón por la cual se dio cuenta de lo que sucedía.

—¿Quien anda ahí?—Esas fueran las primeras palabras que la rubia pudo decir.

El agente entró en pánico, ya que notó la afligida voz se hija al nisiquiera saber quién era.

—Sherry... Soy yo, León...

La joven movió su cabeza en dónde provenía esa voz tan familiar.

—Papa... ¿Eres tú?

Frunció el ceño y se precipitó a la cama donde yacía su hija.

—Por Dios Sherry que te ocurrió—León intentaba hacer que la joven le mirará, pero ella en respuesta era incapaz de poder detectarlo.

Jill, que hasta ese momento miraba la escena como una simple espectadora, no tardó mucho en darse cuenta de lo que verdaderamente estaba pasando.

Jill, que hasta ese momento miraba la escena como una simple espectadora, no tardó mucho en darse cuenta de lo que verdaderamente estaba pasando

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.
La historia de Leon y Jill 2Kde žijí příběhy. Začni objevovat