Es el libro 2, DE LA SAGA LEON Y JILL
Han pasado varios meses después de los acontecimientos de Chris, Por consiguiente, en ese transcurso de tiempo, Jill tendrá que ver cómo su relación ya establecida con Leon, se pone en tela de juicio cuándo Ada...
Una tardé mientras Jill preparaba la comida, El timbre de su puerta sonó. Tenía las manos ocupadas y por tuvo que limpiarlas antes. Acto seguido, Dispuesta a ver quién era, se dirigió a abrir.
Estiró un poco sus cejas, al divisar que se trataba de Hunnigan.
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Y por lo visto, la mujer se veía bastante tensa.
—Ingrid... Que sorpresa, eh... ¿Pasó algo con León?
La mujer se mantenía cabizbaja, y parecía estar nerviosa—No, tranquila tu esposo está bien... O al menos, hasta donde sé.
La castaña tocó su pecho con su mano derecha aliviada, ya que creyó que el hecho de que Hunnigan le visitará, fuera porque León halla tenido un percance en su misión.
Ella sonrió y le invito a pasar, aún sin saber el motivo de su tan inusual visita.
—¿Quieres algo de beber?
—No... Bueno si, un poco de agua estaría bien—Respondio la morena, sentándose en el sofá.
La señora Kennedy se metió a la cocina para conseguir su baso de agua. Al regresar, se lo dio y se acomodo enfrente de Hunnigan. Esta última dio un gran sorbo al agua, mientras comenzaba a hacer ruido con el cristal del baso.
—Y... ¿A qué se debe tu visita?
Inmediatamente, Hunnigan le miró y por su mirada al enfocarse en Jill, está última pudo notar una falta de sueño en su amiga.
—Veras... Eh, no... Pudo dormir anoche, y tampoco antier... De hecho no he dormido en los últimos 3 días.
Jill se extrañó al escuchar eso—Bueno Ingrid, quizás deberías ir a ver un doctor, en ves de...—La morena rápidamente le interrumpió.
—¡No!... No lo entiendes, la razón...
—¿Y cuál la razón de tu falta de sueño?
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Con un fuerte nudo en su garganta, y con ciertos movimientos algo extraños en sus manos, ella respondió—¡Ark!
—Ark...—Replicó la castaña rascando su cabeza—¿Que tiene que ver él, en ésto?
