Capitulo 19

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Al día siguiente

Jill había salido en su auto en busca de comprar más material para su corral, subió a su hija al coche y juntas partieron.

Ese día sería el primero en el cuál no vería a León por más de 24 horas desdes que se casaron.
Naturalmente ella tomó todo con mucha firmeza y aceptó la situación.

Tendría que pasar la mayoría de las mañanas sola, las tardes quizás con la compañía de Chris... Pero por las noches, el cálido hombro de su esposo en su cama, no le haría compañía por al menos 10 días.

Al llegar a casa, Y aparcar su auto en su cochera, Notó que estaba la camioneta de Chris enfrente de su casa.

Rápidamente miró a cada lado, intentando encontrar a su ex compañero.

Cuando a lo lejos, pudo notó al hombre llevando un par de bolsas en su manos.
Al acercarse, Le saludo.

—Hola Jill... Me da gusto verte.

—Eh... ¿Que haces... tan temprano?

Soltando la carga, respondió—Bueno en realidad quería hacerte compañía estos días

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Soltando la carga, respondió—Bueno en realidad quería hacerte compañía estos días...—Colocó su mano en su nuca-Escuche que León salió por un par de semanas así que dije... Porque no le hago más compañía a mi querida Jill.

La mujer noto la bueno intención de su ex compañero, y dado que la castaña no era una persona rencorosa, decidió sonreír en respuesta.

—Gracias Chris... Pero espero que no lleves mucho tiempo aquí.

—No,... Acabó de llegar-Sonrio de forma fingida.

Ella lo miró leves segundos, acto le invito a pasar.

Ella lo miró leves segundos, acto le invito a pasar

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...

Jill le invito un poco de limonada a lo que Chris acepto, aún era muy temprano para comenzar con su jardín, así que decidieron esperará hasta las 2 de la tardé para comenzar.
Para matar el tiempo, Ambos se sentaron en el sofá y se dispusieron a conversar un poco.

A la mujer le parecía bastante gratificante volver a resurgir su amistad con el Redfield, sobre todo por la grietas que se habían hecho estos últimos años.
Después de tanto tiempo de inseguridad hacia lo que en verdad sentía hacía Chris, La señora Kennedy podía decir con mucha seguridad, que no sentía más que una buena amistad hacia su ex compañero.

La historia de Leon y Jill 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora