Capitulo 18

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El día llegó, y por más que la castaña no quería dejar ir a su esposo, no tenía mucha opciones.

Se despidió de él en casa, no le acompaño al aeropuerto ya que Dana aún estaba dormida.
Era muy temprano en la mañana, El agente fiel a su estilo, No dijo muchas cosas y se limito a besar la frente de su cónyuge, y partir en su auto.

Jill se quedó mirando en la puerta de su casa la escena, la partida de su esposo significa estar sola por una semana como mínimo.
Si bien es cierto que León le prometió llamarla todo el tiempo, y decirle que todo estaba bien por allá, esto para calmarla.

Si bien es cierto que León le prometió llamarla todo el tiempo, y decirle que todo estaba bien por allá, esto para calmarla

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Cruzó sus brazos y se recargo en el marco de la puerta.
Al menos tendría tiempo para ella misma, pero eso no era exactamente lo que ella quería.

Mientras su mirada estaba perdida en sus pensamientos, Con el rabillo del ojo, pudo percatarse que un auto pareció moverse justo después de que ella volteara... Casi como si no intentarán ver quién era.

El auto arrancó, haciendo crujir el motor y llamando la atención de la mujer.
El vidrio era polarizado, e impedía ver quién era.

Jill se asustó un poco, ya que dicho vehículo parecía tener favoritismo hacia su casa.

—Que rayos...

...

Tienda de café, centro de la ciudad

Hunnigan había hecho una parada para comprar algo de café y tomarlo en el lugar, aprovecho la conexión a internet del sitio y se acomodo allí antes de ir al trabajo.

Un mensaje de León diciendo que partiría a Ukrania le había llegado, Ella nuevamente le informo que no será más de 3 semanas su misión y que cuándo tendrá unos días libres con pagá.

Mientras la mujer disfrutaba de su café, no pudo evitar observar un pareja que estaba aun lado de donde se encontraba, Los dos estaban en su mundo y parecían ignorar todo a su alrededor.
Las palabras y oraciones melosas no faltaron, El hombre parecía una persona romántica... Al grado que compró un ramo de flores a un vendedor que pasó de manera repentina.

La mujer las acepto y parecía muy feliz, Le correspondío con un fuerte abrazo a su pareja y un besó largo y apasionado en sus labios,... A la vista de Hunnigan, La mujer parecía más que contenta y enamorada.

Pero Ingrid los miró de reojo hasta ese momento, bajó su mirada hasta el suelo... No podía evitar pensar la idea, de que a ella también le gustaría que le dieran esos pequeños detalles, esos gestos sutiles, pero con un gran valor emocional y sentimental.

En pocas palabras, Hunnigan quería ser esa afortunada mujer, que había encontrado al hombre adecuado que le hará compañía al menos, si no toda la vida, si una parte de está.
Ella jamás se había cuestionado porque no tenía novio, de hecho no pensaba en ese tema desde que estaba en preparatoria... Nisiquiera en la universidad pensó en aquello.

La historia de Leon y Jill 2Where stories live. Discover now