Capitulo 8

541 39 15
                                    

Al día siguiente

El despertador sonó exactamente a las 5:20 de la mañana, León debía llegar más temprano al trabajo por la inédita visita del presidente a la torre de la D.S.O

Generalmente si el máximo ejecutivo del país quería verle, El agente acudía a la casa blanca o a algún lugar secreto, de ahí lo curioso de su visita.

Rasgo sus ojos tratando de quitarse aún el sueño que tenía, tosió un par de veces, ya que la mañana estaba algo fresca ese día.
Jill aún estaba dormida, pese al ruido de que había hecho, ella ni se inmutó.

Busco en su armario un traje, debía verse más que presentable para esa ocasión, sin embargo, estando ahí, recordó que Jill le había escogido uno la noche anterior, enseguida, rasco su cabeza intentando recordar dónde lo había dejado la castaña.

Alzó su vista, al hacerlo caminó hasta salir se la habitación y llegar al cuarto de huéspedes, un lugar extraño para dejarlo pensó, al tomarlo por el gancho y salir con él, se dirigió al baño.

Se ducho, cambio y peinó, un poco de perfume no hará mal, se dijo.

Miró el reloj en su muñeca—2 minutos para las 6, Mmm... es buena hora.

Antes salir e irse, se acercó a una Jill aún dormida y bastante cómoda en su cama.
Beso dulcemente su mejilla, mientras le subía su sabana hasta sus hombros.

—Sigue durmiendo linda,...—Ella parecio sonreírle tibiamente, de forma involuntaria al sentir aquel tierno beso.

Hizo lo mismo con la pequeña Dana, aunque ella si pareció haberse despertado y notado las caricias de su padre.

La meció por unos minutos disfrutando de su delicada compañía, al notar que se había vuelto a dormir, la dejó nuevamente en la cuna.
Suspiró profundamente, quería quedarse con ellas toda la mañana, la tarde y el resto del día, pero debía trabajar.

Tomo sus cosas y salió de la habitación, cerrando cuidadosamente la puerta para no provocar ruido, por consiguiente despertar a sus chicas.
Bajó hasta la cocina, caramelo también estaba dormida.
Tomo las llaves de su auto y salió de la casa.

Parecía estar de buen humor, pese a que el encuentro con Ada le resultó bastante bochornoso el día anterior.

...

Oficinas de las D.S.O, 7:10 AM

El trayecto resultó bastante ameno, precisamente eso era lo que el hombre quería tener todos los días, pero por diferentes motivos no siempre era así.

Un gran escuadrón de personas vestidas de negro, camionetas que el suponía que eran blindadas, acompañadas obviamente por un sistema de seguridad que resguardaba el edificio, y el perímetro.

León se identificó para poder entrar.
Hunnigan le esperaba en la recepción con sus piernas cruzadas, impaciente por el foco de atención que todos recibían.

—Al fin llegaste—Dijo la mujer, levantandose y saludando al rubio.

—Lo siento, no encontraba mi identificación en mi billetera.

Ella rodeó sus ojos, y le indicó que le acompañara para ver al presidente, el cuál ya les esperaba en la sala principal de la torre.

La morena acomodaba su cabello y se retocaba un poco, Gran parte del servicio secreto estaba aquí, y eso ya era grande.

A subir a piso, un militar pidió nuevamente su identificación, el sujeto estaba fuertemente armado.
Ambos la dieron sin ningún problema.

—No se porque tanta seguridad, nadie sería tan tonto para atacar una torre repleta de personas con entrenamiento similar a la de un Marine—Murmuro el agente a Hunnigan.

La historia de Leon y Jill 2حيث تعيش القصص. اكتشف الآن