Vodka, Cerveza y Castañas. Pd: Maldito chófer

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☁️ ¡Capitulo largo! ☁️

🌙 Bring your popcorn and let's fucking go! 🌙

***

8 horas antes del gran suceso

—Estas cagado, tío —lanza una burla al aire Horacio viendo como su hermano jugaba los pellejos de sus labios con los dientes. Estando justo en medio de él y Conway en el auto.

—Já. Tú si que estas cagado, care'cilantro —contraatacó viendo fijamente a su hermano a los ojos.

—¡Callaros un puto mes, banda de gilipollas! —gritó Conway mientras cruzaba en la luz verde del semaforo con el carro— Además de llegar tarde al trabajo, formaís problemas y más problemas frente a Comisaría.

—¿Cómo que tarde? —pregunta Gustabo viendo la hora en su teléfono para luego asombrarse— Hostia puta, si son las 4 de la tarde.

—¿Que dices? —Horacio, quien estaba en la parte trasera, justo en medio de ambos hombres, apoyándose con los asientos de adelante, voltea hacia el teléfono de su hermano con sorpresa— Sí yo saludé a Carlos y me dijo Buenos Días.

—Capullos, —dice Conway— Carlos llevaba toda la mañana haciendo papeleo en el calabozo. No había visto la luz del día en horas, está más que claro.

—Oiga, Conway —llama el de cresta al tener un vago recuerdo, dejando pasar el momento de furia del mayor— ¿Sabe que tipo de relación tiene Carlos con Serjay?

—¿Mhmm? —enarca una ceja, volteando a verlo por unos segundos, extrañado por su pregunta— ¿Qué voy a saber yo? No soy su niñera para estarlos cuidando las veinticuatro horas del día.

Horacio después de esa respuesta que lo dejó insatisfecho, se retiró y llevó su mirada hacia la ventanilla trasera de su puesto, justo detrás del copiloto de Gustabo, bajó el vidrio, dejando que el viento entrara y chocara contra su rostro.

Sin pensarlo sacó su cabeza y manos fuera del vehículo en movimiento, el cual rodaba por la autopista a más de 120km/h. Cerró sus ojos con una sonrisa formada por sus labios, sintiendo como la brisa refrescaba su cuerpo, su ser y hacíendolo sentir como un alma pura y libre.

Un alma deseosa y aventurera.

Era casi imposible escuchar la conversación de su hermano y Conway dentro del coche, es por ello que no le prestó ni la menor de las atenciones, dedicándose a saborear ese momento de felicidad con corazón batiente.

Después de un par de meses, ayuda de personas externas y los últimos sucesos acontecidos dulces  por parte de Volkov hacia su persona, posiblemente era hora de quitar las barreras de madera y metal que protegían a su corazón casi completo.

¿Qué lo peor que podría pasar?

Sí se vuelve a romper… Lo volveré a armar.

Sin embargo, abrió sus ojos de golpe al analizar con detenimiento las acciones que han pasado últimamente en su vida junto con Volkov.

Recordó la noche en que tomaron sus manos, y en la que habia que destacar que fue el ruso quien tuvo la iniciativa. La noche siguiente en la que se encontraron en la puerta del baño y este estuvo a punto de tocar su rostro para inspeccionarlo. Incluso, el peligrasaceo parecía buscar más interacciones con él en los robos.

Sus acciones carecía de sentido junto con sus palabras, o al menos eso era lo que sus pensamientos le decían.

Volkov no podría estar haciendo este tipo de cosas por aburrimiento.

El Volkacio pa' miWhere stories live. Discover now