Una charla importante

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NOTA: He estado informándome lo más posible respecto a las diversas "etiquetas" que se llevan a cabo dentro de la comunidad LGBT+, en especial la Asexual, dando a destacarse que no estoy dentro de esta comunidad, sin embargo, hice lo posible para poder llevar a cabo los sentimientos de Volkov dentro del papel que él emplea.

Es por ello que me disculpo de antemano si algo que he escrito no es, no se asemeja o sencillamente hay muchas cosas que me he saltado y no concuerdan con las personas asexuales.

Si hay personas asexuales que leen esta historia y -si no suena muy feo de mi parte pedirles esto-, me gustaría saber su opinión respecto a cómo he descrito sus emociones, para saber si lo hice bien o no, por el mero hecho de mejorar mis historias y así, tanto yo como los lectores podamos tener más conocimiento respecto a este tema importante y poco tratado.

¡Muchas gracias!

—Sky🌌

***

¡Long chapter! ¡Enjoy!

***

—Mi nombre falso era Joe... Éramos James y Joe.

Una de las tantas ciudades que se convirtió su refugio por mucho tiempo fue El Pueblo. Se percibía como una ciudad bastante fresca a la hora de estar en el muelle o específicamente en el Norte, donde ellos habitaban, ocultándose de la raza humana hasta que la policía dejara de buscarlos de ciudad en ciudad y estuvieran pegando retratos de sus rostros con las palabras en grande y en negritas "SE BUSCA".

Fueron duras y hostiles semanas que en un abrir y cerrar de ojos se transformaron en meses viviendo en las sombras, robando comida y transportándose en sucios camiones que vendían grava. Y es que todo pasó muy lento para sus jóvenes ojos a comparación con sus progenitores preocupados que nunca volvieron a ver.

—¡James! —anunció con emoción el rubio natural al verlo entrar a la pequeña casa de cemento con techo de zinc.

—Joder, estoy reventado —soltó con cansancio el castaño con rostro lleno de tierra al igual que sus zapatos desgastados. Tirándose al suelo de tierra y lanzando al otro lado de la habitación un bolso pequeño de cuero igual de desgastado, donde no tenía nada más que una cantimplora sin agua, un cuaderno y bolígrafo.

—¿Estás bien? ¿Lograste inscribirnos? —el rubio corrió hacia su hermano, sentándose a su lado con su corazón acelerado de la emoción e ilusión.

Con una cara de pocos amigos que distinguía a James y lo hacía pasar por un completo chico malo, metió su mano al bolsillo de su pantalón de jean rasgado y sacó una hoja doblada en 4 partes. Los ojos de Joe, sus lindos ojitos color esmeralda brillaron al instante, cuyo dueño de estos terminó lanzándose sobre su hermano y tomando la hoja impresa.

—¡Estamos en la escuela! —levantó y movió la hoja de un lado a otro, enérgico—¡Por fin estamos en la escuela!

Después de varios años de búsqueda al par de chicos desaparecidos, la gente de El Pueblo los había olvidado por completo. Es por ello que ''James y Joe'', después de pasar meses cambiando sus nombres cada vez que salían de ciudad en ciudad para no ser encontrados, al ser finalmente olvidados por las autoridades; decidieron quedarse a vivir por un tiempo prolongado.

James siempre protegía a Joe de los buscapleitos, cada vez que se metía en problemas por robar comida cuando le decía estrictamente que él robaba y no Joe, cada vez que parecía estar ciertamente interesado en alguien y por ello le hacían bullying en el colegio, aunque James jamás se enteraba de quién se había enamorado su hermano.

El Volkacio pa' miWhere stories live. Discover now