¡Julia, buscame el mechero que quemo a Posto Limón!

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—Cubreme —pidió Dan hacia su hermano con arma en mano hacia su lado, este asintió y recargó su arma.

—Iniciando fuego de cobertura —indicó el Subinspector por radio— Ahora.

Disparando hacia dentro de la licorería, rápidamente pasó Dan hacia el otro lado de la puerta, donde recargó y comenzó a disparar dentro de la licorería.

—Dos abatidos —comenta por radio el de máscara negra, donde es felicitado por un sorprendido Moussa— Entramos, entramos. A vuestras posiciones.

—10-4.

Los primeros días trabajando en el CNP después de tanto tiempo parecía una fantasía más para la mente de Horacio por amor a su trabajo, y solamente una fuente mal pagada de ingresos para Gustabo, ya que sentía que merecía más.

Al parecer nadie sospechaba de sus identidades, sólo había curiosidad de quien eran las personas ocultas tras las mascaras blanca y negra, y detrás de todos aquellos éxitos tan grandes que lograban tener en escasos minutos.

—¡Todos abatidos! —gritó el Subinspector Dan por radio, volteando y viendo como Fred yacía en el suelo, también abatido.

O al menos éxitos compartidos e incitados por Dan.

—Buen trabajo Subinspector, Fred —congratula Moussa viendo a Dan.

—Yo soy Fred —se escucha desde el suelo como el nombrado intenta hablar, callandose al momento al sentir dolor en su hombro— Disparo terrible en el hombro... 🅰️... —acomoda su cuerpo para que el hombro no toque el suelo.

El de máscara negra niega sonriendo y volteando hacia Moussa, quién guardaba su arma y ahora se acercaba a los cuerpos de los maleantes una vez pide disculpas por la confusión entre Subinspectores.

—¿Os encargaís del DNI y toda la pesca? —pregunta Dan acercándose a Fred y tomándolo por el hombro sano para levantarlo— Con cuidado, Ggggggg... FuFufufufu... Fred.

—Claro, claro —asiente este un poco confundido por los ruidos extraños y levanta ambos pulgares en forma de aprobación— Buen trabajo Subinspectores.

—Igual, compi —asiente y voltea hacia Fred, susurrandole y aguantando sus ganas de reír— Casi digo "Gustabo"

—Te arranco la oreja —amenaza en lo bajo.

Con cuidado de no mover mucho el cuerpo herido de Fred, ambos salieron despacio por la puerta destrozada de licorería, donde ya estaban los EMS ayudando a algunos policías abatidos.

—Subinspectores —llamó una voz femenina y dulce, con esto ambos voltearon confundidos— Soy la agente Johnson -se nombra y señala, a lo que ellos asienten— Quería decirles que hicieron un muy buen trabajo —sonríe y levanta ambos pulgares al igual que como hizo Moussa antes.

Fred y Dan se miran el uno al otro un poco confundidos, ya que era la primera vez en todo el tiempo que habían estado anteriormente en el cuerpo que los felicitaban tanto. ¿Conway tendría algo que ver con esto?

—Gracias, Johnson —asiente Dan y sonríe tras su máscara— También hizo un buen trabajo.

La mujer sonríe de igual forma, achinando sus ojos con felicidad, pero deteniendo su sonrisa y acercándose de golpe al rostro del Subinspector con máscara negra.

—¿Se encuentra bien? —pregunta ella señalando el rostro contrario— Creo que tiene una hemorragia en su nariz.

Mierda.

El golpe de Volkov.

—E-estoy bien, estoy bien —asiente volteandose rápidamente hacia otra parte, cubriendo su rostro y alejándose de la chica.

—¡Cabrón, mi hombro! —chillón de dolor golpeando al menor.

Surrando se retiraron a paso apresurado hasta la EMS que se encontraba tratando las heridas de uno de los ladrones, Dan ayudó a su hermano a sentarlo en el suelo para después salir corriendo detrás de la licorería donde no hubiera nadie.

—Agh... —tomó sus rodillas y sacó mitad de su máscara ensangrentada, dando acceso a su nariz para respirar acorde.

Tosiendo y escupiendo sangre intentó limpiar con cuidado su nariz con la manga de su propia camisa, sintiendo su pecho presionado y garganta bloquear parte de su oxígeno para liberar.

Lo lamento.

Lo lamento tanto, Volkov.

No quería decir eso.

Perdoname.

Incluso cuando había pasado tiempo desde entonces, desde la última vez que se vieron, insultaron y golpearon por parte del Ruso, seguía doliendo como si fuera la herida más grande, una herida sin plaquetas para cicatrizar.

—¿Se encuentra bien, Inspector? —los pasos apresurados de Moussa acercándose hacia la parte trasera de la licorería hicieron que el nombrado colocara su máscara rápidamente, aún sin poder limpiar decentemente su nariz.

—Sí, si, estoy bien —asiente Dan ahora tosiendo y golpeando levemente su pecho.

—Escuché como tosía —señala este y poco a poco su mirada llega al suelo, a unos pequeños charcos de sangre— ¿Quiere que llame a un EMS para que lo atienda?

—No, no, estoy bien —niega acercándose al Moreno— ¿Habeís tomado los DNI?

—Sí, Inspector, Dan —asiente con un saludo militar en su frente.

—Soy Fred —dice Dan caminando hacia la parte delantera de la licorería.

—Uh... de acuerdo —ladea su rostro dudando, sin embargo detiene sus pasos al recordar el porqué había ido a buscarlo, lo llama y Dan voltea— El Super ha llamado por radio y quiere hablar con vosotros.

—10-4, gracias —asiente antes de retirarse a buscar a su hermano.

Los alumnos se hicieron cargo de procesar a los maleantes, Fred fue curado por su "terrible disparo en el hombro" con lo que ambos hermanos partieron directamente hacia Comisaría, donde Dan tenía los ojos bien abiertos con miedo a encontrarse al innombrable.

—¿Se encuentra bien, Subinspector? —pregunta la voz de Leonidas a sus espaldas cuando Dan se asomaba por la puerta de vestidores para salir, verificando que no se encontrase con el ruso.

—¡Hostia! —grita asustado pegando un salto y volteando a ver al contrario comiendo frituras— Que puto susto me has dado, joder —toma su pecho para regular su respiración— ¿Qu-Qué haces comiendo a mitad del turno?

—Lo lamento, es que se veía un poco... extraño —ladea su cabeza y le ofrece de la bolsa— Son Doritos, ¿quiere?

—Mmm... Vale —asiente tomando la bolsa con mal sabor de boca.

—Son los nuevos, de limón.

Una vez con la mano dentro de la bolsa y tomando un Dorito, Horacio abre los ojos con ansiedad; su mente comienza a hacer memoria de aquella canción que lo estuvo jodiendo por horas en un directo que había visto en una plataforma la noche anterior.

—¡POST MALONE HIJO DE PUTA! —gritó Horacio tomando la bolsa y corriendo con esta fuera de Comisaría— ¡Te voy a quemar, payaso! ¡PERROOOO! Que eres un payaso, Posto Malono.

—Su-Subinspector, pe-pero, ¿que hace? —corría el muerto tras el hombre que robó sus frituras, quien ahora tenía un mechero en la mano, encendiendolo y prendiendo fuego a los Doritos dentro de una papelera.

+++

Estoy confundida, yo nunca vi el anuncio de Doritos y no soy sub. Yo veo los directos por el teléfono, ¿Acaso en el teléfono no se ven los anuncios? Porque yo nunca veo ninguno.

El Volkacio pa' miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora