El Volkacio pa' mi

Cucu

❌PROHIBIDO LEER SIN MÚSICA ❌

Pd: Si no les carga, la canción se llama "Hotline Miami 2: Wrong Number Soundtrack - Disturbance"

Ponganla cuando vean este emoji "🎶"

***

—Ya estamos en camino al 10-20, AT menos de un minuto, ¿me copia, Horacio? —responde Volkov por radio, aumentando la velocidad del patrulla, dirigiéndose hacia el robo de Badulaque.

—¿Quién coño es Horacio? —preguntó el nombrado.

—Estamos solo nosotros 4 —responde Conway por radio— Es H-50, no hay nadie aparte de nosotros.

Por un par de segundos nadie respondió, al parecer no le dieron importancia a aquella información.

—ostiaaa… —se escuchó a Fred quejarse al otro lado de la radio.

—No, tío, nooo… —se unió Dan con él en un tono de miedo y rechazo.

—¿Que sucede? —pregunta Volkov confundido, llegando a la ubicación del robo y bajando del patrulla, viendo cómo Fred se ocultaba detrás de Dan, empujandolo hacia la puerta del badulaque.

—Negocia tú, cabrón —pedía Fred riendo nervioso y ocultándose detrás del contrario.

—No, no, me da miedo esa mujer —contesta entre susurros— Que lo haga el abuelo.

—A ver —llega Volkov a un lado de ellos con una ceja alzada— ¿Cual es el problema con vosotros dos?

—Inspector, yuju —saludó coqueta la mujer en crop-top detrás de la puerta de vidrio— Tiempo sin vernos, ¿cuando vamos a por esa cena que me debe, ah?

—¿Cómo que cena? —pregunta el Comisario confundido.

—Eso, eso, Volkov —animó Fred— No dejen que te quiten a tu novio.

—¿Cómo que novio? —pregunta Horacio abriendo sus ojos de golpe y volteando a ver a su hermano con un enorme sonrojo oculto tras su máscara.

—Callaros un puto mes, pesaos' —gritó Conway llegando a un lado del trinomio, encendiendo un cigarro y comenzando a darle largas caladas.

Fred decidió aprovechar la situación para realizar perímetro, Volkov y Dan se quedaron en la puerta del badulaque para escuchar la conversación con el super y la mujer, al parecer el superior tenía ganas de negociar hoy.

—Ok, le puedo dar un 10% adicional si el Inspector accede a tener una cita conmigo después de la persecución.

—Negativo —niega Conway de la forma más tranquila— Primero hablemos de rehenes.

—¿Me está vendiendo por un rehén, Conway? —pregunta Dan confundido e indignado.

—Claro que no, gilipollas.

Dan chistó sin gracia, intentando alejarse lo más posible de la puerta del negocio sin dejar de escuchar, elevando la mirada de vez en cuando y encontrándose a un sudoroso Volkov al otro lado con su entrecejo fruncido, jadeando por el calor. Estaba realmente concentrado en lo que decían la mujer y Conway.

Mordiendo su labio inferior y sin ser muy notorio, Horacio sacó su móvil, colocó la cámara trasera y fingió estarse chequeando el rostro cuando en realidad le tomó un foto al ruso.

—¿Acabas de tomarle una foto a Volkov? —detiene sus palabras Conway para mirar a su inferior en rango ahora nervioso.

—¿Po-por qué lo dice?