Desliz del pasado

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❌PROHIBIDO LEER SIN MÚSICA ❌

Pd: Si no les carga, la canción se llama "Bizarre Love Triangle - Frente!"

Ponganla cuando vean este emoji "🎶"

***

Recordaba esos pasos; el sonido de las botas pesadas pisar el cemento junto con algunas piedras, pasos que trastabillaban casi sin ser notorios pero que partían su alma tan rápido como cuando el palo del golf impactó repetidas veces sobre su cabeza rapada, sin una chispa de color.

—¿¡Recuerdas algo!? —gritaban los zafiros oscuros, jadeante y fuera de sus casillas— ¿¡Lo recuerdas!? ¡Dime tu puto nombre, gilipollas!

La herida mental fue abierta de forma fugaz al tiempo que el menor de ambos tosia, recibiendo los golpes por su espalda y laterales, escupiendo hilos de saliva y sangre.

Esa silueta la había visto antes hace mucho tiempo atrás. Era familiar para sus ojos al detallarlo por un momento; fue una vez hace años en el Pueblo, dentro de una habitación de cemento, techo de zinc y puertas desgarradas de madera que pedían a gritos ser renovadas, pero, ¿que podrían hacer dos jóvenes sin dinero?

Los jóvenes zafiros oscuros acechando de manera brutal al por aquel entonces castaño que temblaba en el suelo, arrodillado y soltando lágrimas que limpiaban por el camino su rostro lleno de tierra.

Un golpe fue nuevamente acestado a su cuerpo, esta vez a su estómago, hacíendolo revivir con más fuerza el recuerdo de aquellos zafiros de hace años, siendo los actuales lo más potentes que alguna vez había visto en su vida.

—¿¡Cuál es tu puto nombre, payaso!?

El alimento había acabado hace días en su pequeña y oscura habitación, en su encierro de sobrevivencia lo único que podía hacer era sentarse en su lugar con esperanzas de volver a la luz del día con sus propios ojos. Deseando que ese día si existiera para él.

—Ja-James… detente… por favor —susurró como pudo el chico en ropa interior en el suelo, retorciendose de dolor al mismo tiempo que llevaba ambas manos a los hematomas de su estómago.

Con la petición logró su cometido por un momento, logrando poder ver los ojos del rubio, complemente asombrado por cómo lo acababa de llamar. Había pasado tanto tiempo desde entonces, que lo olvidó por completo. Algo que enterró cinco metros bajo tierra no lo podía sacar de la noche a la mañana, no para el rubio.

Otro golpe fue acestado en su cuerpo, esta vez ubicándose específicamente en su cabeza, logrando crear una nueva herida por primera vez en días en su sien, haciendo sangrar esta levemente.

Las lágrimas del hombre abusado lograron escaparse al segundo, no resistía más recibir aquel odio creado por su hermano del alma, aquella persona que amaba con locura y que se lo recordaba libremente día y noche sin importar qué.

—Jam-James… —murmuró el menor ahora abrazado a sus rodillas— Detente… papá se va a molestar si llego así… a-a casa.

Las palabras esbozadas por él bastaron para que el hombre vestido de negro con un sombrero pescador con su arma larga en mano, detuviera las acciones del rubio.

—Ya está alucinando… Busquemos la camioneta, dejemoslo a mitad de la nada hasta que alguien lo encuentre.

Nuevamente todo volvió a tornarse oscuro, su cuerpo débil que ahora era transportado de la peor manera posible en una camioneta. Lucía roto, quebrado tanto en alma como corporalmente.

"🎶"

Las horas pasaban y lo único que podía sentir era el sol quemar su delicada piel que ardía con cada minuto que pasaba, la arena bajó su cuerpo lograba chocar con sus heridas, creando más ardor y dolor en estas. Pero ya el dolor no era algo que lo atormentase.

Quería beber agua, abrir sus ojos lo más posible aunque la fuerte luz solar no lo dejase, mover su pierna que sentía dormida y poder respirar tranquilamente sin que su pecho doliera.

Con su cuerpo en posición fetal y el rugir de los autos pasar en la lejanía, habiendo perdido las esperanzas, abrió sus ojos lo más que pudo, observando cómo la imagen poco nítida del desierto lo dejaba cegado en mentiras.

Creyó haber visto un animal en la lejanía; piel peluda de color gris que corría de forma juguetona por el lugar, un lobo que daba vueltas mientras observaba algo en el cielo azul claro sin nubes.

Cómo pudo elevó la mirada, sintiendo sus ojos secos y sin vida, parpadeando con cuidado un par de veces y detallando pequeños puntos negros en el cielo, los cuales se movían de un lado a otro con gracia. Mariposas, brillantes y azules.

Cerró sus ojos al sentir que estos no podían seguir abiertos, sorbió cómo pudo por su nariz y soltó un jadeo realmente fuerte por su garganta, apretó sus ojos con sus labios, sin fuerza e intentado recordar aquella última vez que había sido feliz. Realmente feliz.

Creía haberlo sido en su vida actual, pero algo le decía que no era así. Tal vez su mente lo engañaba con un universo alterno, pero ya no lo sabía, no podía recordar con exactitud.

Su mente no reflejaba voces, colores, rostros ni cuerpos, solo podía dejarse llevar con el viento que soplaba aquel aire caliente, mirando desde su posición como el lobo se iba, persiguiendo a la manada de hermosas mariposas brillantes en busca de algo mejor.

Solo podía desear que el lobo encontrara su hogar, incluso viéndose contento al estar con las pequeñas que volaban, lucía vagamente apagado. Algo faltaba dentro sí, puede que también él quiera volar junto con ellas.

Pero eso ya no podía importar menos, su visión volvió a ser oscura, sintiendo cada vez menos su cuerpo, relajandose por completo al soltar un último suspiro débil que él mismo pudo expulsar por su boca.

—Hijo, hijo despierta… —una voz masculina lo hizo entrar en razón— Hijo, sigue conmigo.

Pronto más voces se unieron, femeninas, masculinas, unas llenas de pánico y preocupación, otras con nudos en sus gargantas. Sonidos como la sirena de las ambulancias, pasos de personas corriendo de un lado a otro, una radio policíal que hablaban en códigos que no entendía.

—Horacio, no te preocupes —susurró una voz que sentía haber escuchado antes— Vas a salir bien, te van a operar y todo saldrá bien.

Sí, tomaba su mano y llevaba un par de veces a sus labios, besando su dorso y mojandolo levemente debido a las lágrimas que bajaban por sus mejillas.

El lobo estaba preocupado, triste y desolado.

—Estaré aquí para cuando salga —decía jadeante besando una vez más su mano entrelazada.

—Comisario, debemos de empezar la operación.

—Todo estará bien, Horacio —besó por última vez su sien con suavidad y susurró— Estaré a tu lado, lo prometo… lo siento mucho…

Lobo, por favor, encuentra tu hogar.

Corre y sé feliz. Sé libre y que todos lo sepan.

Rezo hasta el momento en que encuentres aquello que te hace feliz.

Te quiero.

+++

Jamás creí que me pondría tan sentimental escribiendo un capítulo, sencillamente inesperado para mí.

La mezcla de sentimientos de saber lo que pasó en esos capítulos en la serie original, la preocupación, angustia y tristeza combinado con esta canción en especifico es otro mundo. No words...

Recuerdo que esta historia se basa en las cosas que hubiera deseado el fandom que pasara. No estén tristes que me preocupa su estabilidad emocional✨

El Volkacio pa' miWhere stories live. Discover now