CAPÍTULO 2

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Cerca del anochecer la camioneta llega a un lugar que es conocido por Paula. Es el lugar donde comenzó a nacer un sentimiento por el hombre que ahora está a su lado sosteniendo su mano. Aunque piensa que no fue precisamente ahí donde el amor por él iniciara. Algo le decía que había sido desde otro momento, pero ahora no recordaba ¿Dónde? exactamente.

Hugo: Patrón ya llegamos.

R: Bueno Hugo, por favor, ayúdame a bajar.

AP: Gracias Rogelio.

R: (sin entender por qué del agradecimiento de su mujer, si aún no había hecho nada), ¿por qué me agradeces Paula?

AP: Por darme la oportunidad de volver al lugar más importante para ti, ya que la vez que estuvimos aquí no fue exactamente lo que esperabas. Pero esta ocasión me encargaré de que sea todo lo contrario, ¡tanto! que los malos recuerdos de aquella vez serán como si no hubieran existido.

R: (besa su mano), mi vida, el lugar más importante para mí será aquel donde tú estés. Y si vamos a ser felices lo primero es olvidar lo que hayamos pasado antes.

AP: Tienes razón amor.

Habiendo dejado a los recién casados instalados en la cabaña de las Lagunas de Monte Bello. Hugo regresa a la hacienda del Fuerte.

Dentro de la pequeña cabaña, Rogelio está encendiendo la chimenea que se encuentra en la salita, y Paula está por entrar a su cuarto, cuando Rogelio la detiene.

R: Espere señora Montero. No pude cumplir con la tradición desde la puerta principal, pero lo que cuenta más es la de antes de entrar a nuestro nido de amor.

Rogelio toma delicadamente la mano de Paula y la sienta sobre sus piernas, y con bastante fuerza logra mover la silla hasta un poco más adentro de la habitación. Enciende las luces y lo primero que Paula ve es una enorme cama que a simple vista es muy cómoda, con unas sábanas de seda muy tentadoras, y tanto la cama como el cuarto estaban llenos de hermosas rosas blancas y un aroma a gardenias se aspiraba en el ambiente.

AP: Rogelio está hermoso, pero creo que Yo tenía que vestir de novia según la tradición.

R: Paula, más que las creencias, lo que importa es lo que nosotros formamos para nuestra felicidad, pues no hay nada que nos asegure una vida sin problemas o dolor y ambos somos testigos de eso. Por eso siempre haremos hasta lo imposible porque lo que sentimos se alimente de lo bueno de cada uno, superando día a día las cosas negativas que se pudieran presentar.

AP: Tienes razón amor. Eso lo tengo muy claro y te juro que yo lucharé a tu lado para que nuestro amor sea más y más grande que nada ni nadie pueda destruirlo.

Ambos se besan y se dejan llevar por la pasión, pero Rogelio recuerda que quiere que esa noche no sea justamente pasional, sino única, mágica, e inolvidable para los dos, así que haciendo uso de toda su fuerza de voluntad termina el beso, dejando a Paula con ganas de más.

R: Mi vida, no sabes cuánto deseo estar contigo, pero aún no te muestro todas las sorpresas que te tengo reservadas, y si me dejo llevar por tu belleza, se arruinarían y quiero que este día sea el más hermoso que hayas tenido, así que te dejo un momento sola para que descanses, pero eso sí, no te me quedes dormida, o si no todo este esfuerzo que hice sería en vano.

AP: Está bien señor Montero, pero espero que lo que me vas a dar compense haberme dejado así (besa a su marido riendo en sus labios).

R: De eso no le quepa duda señora Montero.

Rogelio sale del cuarto dejando a Paula muy ansiosa. En eso recuerda el camisón que comprara días atrás, y aunque no era exageradamente escotado, para como ella solía dormir, le era difícil usarlo sin sentir pena. Pero piensa que ya es tiempo de cambiar ciertas cosas en su matrimonio, empezando por la confianza en su sensualidad que dicho sea de paso, en ocasiones aún le hierve la sangre de recordar a su hermana Vanesa y su romance con su esposo, y la incertidumbre de saber lo que Rogelio sintió con ella. Sabía que Vanesa era más provocativa y desinhibida en cuestiones amorosas. Por lo que se hizo un reto de borrar a cualquier mujer en el recuerdo de su marido, por eso accedió a comprar dicho atuendo, y demostrarse así misma que podía ser más mujer que cualquier otra que Rogelio hubiera conocido. Con ese pensamiento, entró al cuarto de baño a cambiarse de ropa.

LQNP: HISTORIA DE AMORWhere stories live. Discover now