CAPÍTULO 18

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Hugo llegó muy temprano al Hotel junto con Margarito, (El adolescente estaba muy contento porque desde hace mucho deseaba regresar al D. F.), Rogelio era el único que los estaba esperando porque Paula y la pequeña Mary se encontraban profundamente dormidas.

Aprovechando el viaje, Hugo revisa unos documentos pendientes de firma con su patrón e inmediatamente de que terminan, regresa a la Hacienda. Pancho llegó poco después. Durante el desayuno, Rogelio le explicó sobre el viaje, y que saldrían en cuanto Paula, Dany y Mary se levantaran.

Cerca de las diez de la mañana Paula y la princesa finalmente se despiertan, aunque no se levantan porque era una costumbre que en las ocasiones en que no se despertaban temprano; Rogelio desayunaba y más tarde le llevaba su almuerzo con servicio especial a la cama, (esta vez solicitado al Hotel). A pesar de que ya no sentía nauseas, fingía con su esposo porque le gustaba que la consintiera dándole de comer en la boca, aparte de que Rogelio encontró una forma más deliciosa de darle la fruta (boca a boca). Mary estaba aprendiendo bastante bien los trucos de su mamá, pues su papá le daba su desayuno casi igual que a ella (con un beso en la mejilla).

Finalmente al medio día, los Montero estaban más que listos para salir rumbo a la Ciudad de México. Solo que faltaba un pequeño detalle y era justamente el motivo principal para hacerlo. Dany no había salido de su habitación en toda la mañana. Paula preguntó a los encargados si pidió algo de comer, a lo que le dijeron que no. Un poco preocupada por el estado de ánimo de su mejor amiga, Paula va con ella. Toca y Dany le dice que está abierto. Al entrar se siente aliviada porque la ve lista, aunque con rastros de lágrimas por su rostro.

AP: ¿Cómo amaneciste Dany?

Dany: (fingiendo una sonrisa), Bien Ana Paula. Me imagino que ya es hora de volver a San Gabriel. Perdona por el retraso pero se me pegaron las sábanas.

AP: En realidad Dany, no vamos para San Gabriel, sino a México, al D. F. para ser más exactos.

Dany siente una opresión en el pecho cuando escuchó el nombre del lugar.

Dany: Entonces creo que lo mejor es que tome un autobús para San Gabriel. Ana Paula, ¿me podrían dejar ahí?, aunque si no es posible no te preocupes.

AP: Dany, ¿es que acaso ya te resignaste?, ¿no planeas hacer el más mínimo intento de lucha?

Dany: ¿Y por qué motivo voy a luchar?, jamás te dije amaba a Alejandro. Tú junto con Rogelio se formaron esa idea en la cabeza sin ninguna razón.

AP: Te escucho y ahora comprendo las que debiste haber pasado conmigo. En serio Dany, con esa actitud no puedo creer que tú me hayas dado consejos.

Dany: Ana, no es el mismo caso. A ti te gustó Rogelio desde el momento en que lo viste, (Paula hace gestos de negación), ¡y no me hagas esa cara que bien que sabes que es verdad!, yo solamente te ayudé a aceptarlo.

AP: ¡Bueno está bien! No niego que me gustaba, aunque por los corajes que me hacía pasar, no podía identificar mis sentimientos.

Dany: ¡Ves como no es lo mismo!, En mi caso, tanto Alejandro como yo, únicamente nos queremos como amigos.

AP: (habla entre dientes), ¡Dios!, ¿qué no se da cuenta que le está pasando lo mismo que a mí?

Dany: ¿Qué dijiste Ana?

AP: ¡Decía, que más a mi favor! Si solo lo ves como amigo, no te molestará acompañarme a México a recorrer las tiendas, (se alza un poco la blusa para mostrarle su pequeño vientre), ¡mira!, tengo que usar los pantalones desabrochados.

Dany: Ya te compraste ropa.

AP: Pero todo es pantalón. Por eso voy para comprarme unos vestidos con los que Rogelio se vuelva loco con solo mirarme.

LQNP: HISTORIA DE AMORWo Geschichten leben. Entdecke jetzt