El amanecer del día siguiente había llegado más pronto de lo que Rogelio y Paula esperaban, (ambos tenían sueño). Pero para sus hijos, los rayos del sol que anunciaban el nuevo día, eran suficiente señal para levantarse y arreglarse pues estaban ansiosos de ir al poblado del que su papá les habló la noche anterior. Margarito fue a tocar la puerta del cuarto de sus padres, pero no recibió ninguna respuesta y como recordó las pláticas que les daban en la escuela, optó por darles más tiempo y mejor se puso a preparar unos sándwiches para que su hermana y él desayunaran. Sin embargo Mary no tenía la misma percepción de su hermano y sin avisar entra al cuarto de sus padres, (que por suerte traían su pijama). Margarito corre asustado a sacarla pero se encuentra a su padre abrazándola y riendo con ella.
R: (¿?), ¿Qué te pasa chamaco?... me estás viendo con una cara extraña.
Margarito: Es que pensé que ustedes... digo, pensaba que seguían dormidos y no quería que Mary viniera a despertarlos.
AP: (con los ojos cerrados), ¡yo sí sigo dormida! Y creo que tardaré un rato en levantarme.
R: ¡Caramba!, pero yo fui el que pasó por una baja de energía hace unos días y hoy amanecí mejor que nunca.
AP: No me hagas decirte por qué me siento cansada.
R: (tenso), Margaro, lleva a tu hermana a desayunar. En una media hora los alcanzamos.
El jovencito carga a su hermana y sale del cuarto. Rogelio se acomoda en la cama y abraza a su esposa.
R: Paula... Paula.
AP: ¿Qué quieres?
R: ¿Te sientes mal?
AP: (sonríe), el que me encuentre cansada, no significa que me sienta mal.
Paula abre los ojos y lleva su mano hasta el rostro de Rogelio.
AP: Anoche volviste a hacerme la mujer más feliz del mundo, pero creo que te aprovechaste de tus nuevas energías y consumiste las mías.
R: Sí ese es el problema, conozco una magnífica forma de devolverte la energía.
AP: (seductora), ¡Ah sí!... ¿cuál es?
Rogelio se incorpora y toma en sus brazos a su mujer para dirigirse al baño.
AP: ¡Espera Rogelio!, no podemos dejar solos a los gemelos. Anoche tardamos mucho en volver y...
R: No los vamos a dejar solos, pero no puedo con el peso de los tres.
Rogelio entra al baño... deja a Paula sentada en una silla... luego sale por los gemelos y regresa con ellos.
R: (le da a Rafael), la tina no es tan grande como el jacuzzi, pero al menos cabemos los cuatro.
Paula recibe a su hijo y se levanta para darle un beso a su marido.
AP: Entonces permíteme entrar primero para que sostenga a nuestros hijos mientras tú te quitas la pijama.
R: ¡Ta bueno!, nada más recuerde señora Montero que debe controlarse porque están nuestros chamacos.
AP: (sonríe), ¡Haré lo que pueda señor Montero!, pero todo depende de cómo te comportes.
Rogelio estira su brazo libre para que Paula deposite a su hijo. Ella se quita la ropa y enseguida entra a la tina. Por un momento el instinto de hombre se hizo presente en Rogelio. Sin embargo al darle a sus dos hijos y verla rociándoles agua en su cabecita, aquél sentimiento comenzó a cambiar por uno de admiración y ternura. Así que se apresura a desvestirse y también entra a la tina. Paula le da a Federico y ambos se dedican a bañarlos y a regalarles infinidad de besos. Ese momento compartido fue para ellos tan hermoso, que se prometieron hacerlo una costumbre de ahora en adelante.
DU LIEST GERADE
LQNP: HISTORIA DE AMOR
RomantikEstá historia está basada en la telenovela mexicana "LA QUE NO PODÍA AMAR", con Ana Brenda Contreras y Jorge Salinas. LQNP: HISTORIA DE AMOR, fue escrita y publicada en abril del 2012 en la plataforma de Facebook, siendo completada en septiembre de...