CAPÍTULO 17

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Paula acababa de entrar a su doceava semana (su vientre apenas y se veía abultado). En este punto, su médico le informó que tenía un embarazo de lo más normal y tranquilo. La noticia tenía muy contentos a todos en la Hacienda porque esperaban que su temperamento fuera calmándose, por el bien de su patrón.

Esto debido a que las ocho semanas anteriores, habían sido las más complicadas para Rogelio. Pues Paula continuó con sus cambios de actitud, que aunque no eran precisamente de mal humor, no le gustaba que la dejara sola durante periodos muy prolongados de tiempo. Como el doctor le recomendó alejarse de las presiones al menos durante los tres primeros meses, su esposo tomó parte de sus funciones. Por eso, se organizó junto con Consuelo, Hugo, Pancho y Marcial, para que el trabajo de la Hacienda y el Rancho no recayera completamente en él y de esta forma, dedicarle el tiempo necesario a su familia.

Claro que no contaba con los días en que se iba a Tuxtla a su rehabilitación. Él les pidió a Paula y Ernesto, no decir nada hasta que al menos pudiera caminar con algún aparato ortopédico. Sin embargo, al ocultarlo, tampoco le podía dar explicaciones convincentes a María, sobre sus constantes salidas, además de también convencer a su esposa de no acompañarlo, por seguridad suya y la del bebé. Las veces que él no estaba, Margarito y Mary no se despegaban de Paula ni un solo momento para evitar que se sintiera triste (aparte de que su papá le pidió a su hijo, cerciorarse de que a su mamá no se le ocurriera la gran idea de volver a seguirlo).

Los ejercicios de la rehabilitación, eran mucho más pesados y dolorosos que las mismas fisioterapias. Pero para Rogelio no existía dolor o cansancio alguno que le impidiera continuar adelante, porque su deseo de ser un hombre entero para Paula y ser el padre que una vez le prometió a su hijo mayor, estaba por encima de todo.

Poco antes de las doce semanas; gracias a la voluntad de Rogelio, finalmente consiguió caminar con la ayuda de unas muletas especiales (sujetas a sus brazos). Cuando todos en la Hacienda lo vieron bajar de la camioneta sin la ayuda de Pancho, se hizo una gran algarabía que retumbo por todo el lugar, haciendo que su esposa saliera corriendo para recibir a su marido. Al verlo, Paula quedó impresionada que no pudo con tantas emociones y terminó desmayándose de nuevo, siendo ayudada por Marcial, (Rogelio aún no podía cargarla). Por tanta felicidad, Margarito lloró en brazos de su padre, aunque casi al mismo tiempo le pedía perdón por no mantenerse fuerte; a lo que Rogelio le contesto, que las lágrimas en un hombre no significaban debilidad, sino todo lo contrario, eso demostraba cuanto valor poseía y que estaba seguro que sería una mejor persona que él.

A quién si podía cargar en sus brazos era a la pequeña Mary, que enseguida corrió a que su papá la levantara, (Hugo se agacho y se la dio a su padre). La niña estaba sorprendida de la repentina altura de Rogelio. María, Consuelo y Dany lloraban porque por fin después de tantos años de esfuerzo de Paula y Rogelio, esto era una bendición y un regalo más, que la vida les obsequiaba a los dos.

Luego de unos días de tan increíble suceso, Paula le preguntó a su médico si no habría problema en que viajara a Tuxtla. Él no vio inconveniente a que lo hiciera, siempre y cuando descansara lo suficiente entre los intervalos de salida y regreso del viaje, paseos, etc. Como su marido ya podía caminar tramos grandes y ella necesitaba ropa nueva porque ya no era conveniente que usara los pantalones ajustados, le pidió que fueran junto con sus dos hijos. Desafortunadamente Margarito no los acompañó, porque tenía pendiente algunos deberes de la escuela.

Por este motivo, es como Rogelio y otro acompañante se encontraban en la plaza comercial de Tuxtla, sentados en una banca, esperando a Paula, su hija y la amiga de toda la vida de su esposa, que estaban en un local, viendo ropa. Llevaban ya cuatro tiendas y aún no se decidían a comprar nada, (cosa que estaba empezando a desesperarlos).

LQNP: HISTORIA DE AMOROù les histoires vivent. Découvrez maintenant