CAPÍTULO 57

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Límites de Villahermosa:

Ricardo se frotaba con insistencia sus brazos, buscando con eso emitir un poco de calor a su entumecido cuerpo. La noche había estado terriblemente fría, sin embargo para su compañera el inclemente clima no pareció haberle producido ningún tipo de malestar.

Cynthia permaneció inmóvil y silenciosa. No tenía interés en conversar, pero tampoco cerró los ojos para dormir. Ricardo sí lo había hecho y por ello no podía asegurar que ella no hubiese descansado, aunque al despertar la encontró en la misma posición.

Las horas del nuevo día pasaban lentas y tortuosas para él. No sabía qué sería de ellos en cuanto James apareciera, pero de algo estaba seguro y era que ésta vez, no lograría salir ileso.

En un determinado momento del día que no pudo precisar, la puerta de la casa se abrió, dejando ver al hombre que más odiaba en el mundo.

James entró a paso lento y mantuvo su mirada sobre Ricardo todo el tiempo. Cynthia miraba con indiferencia al recién llegado y no hizo un sólo movimiento a pesar de que su odio para con aquél hombre, era igual de grande que el de su compañero.

James: Finalmente puedo ver de cerca tu maldito rostro... Llevo muchos años esperando el momento de lastimarte como tú me lastimaste a mí.

Ricardo: (¿?), ¿Quieres lastimarme, igual que yo te lastimé?... James, nunca te hice nada. Al contrario, gracias a ti perdí a mi padre y Edward me acusó de haber sido tu cómplice y con eso me gané su odio.

James: Pero ya son amigos de nuevo ¿no?

Ricardo: ¿Y eso a ti en qué te afecta?

James: Él era mi amigo, lo apreciaba como a un hermano y tu presencia provocó mi soledad.

Cynthia comienza a reírse con fuerza y se levanta para caminar hasta una ventana cubierta por maderas que estaba a unos pasos de la puerta principal... James se acerca a ella y la jala del brazo para hacer que lo mire.

James: ¿Qué te parece gracioso?

Cynthia: No me parece gracioso, sino patético... ¿En verdad tus celos son suficiente motivo como para justificar tus crímenes?

James: Creo señorita que usted es la menos indicada para decirme eso. Si no me equivoco, fueron sus celos hacia la mujer de su hermano, los que la llevaron a convertirse en asesina.

Cynthia: Es cierto, y siendo que ambos somos una escoria que merece morir, le recomiendo que deje que el rubio se vaya.

James: ¿Y por qué habría de hacer lo que dice una loca?

Cynthia: Porque tal vez si lo deja irse y se olvida de su venganza absurda, yo no tendré que matarte.

James: (se ríe con ganas), ¿En serio piensa que puede matarme?... Señorita, en realidad es una pobre loca.

Cynthia acerca su rostro al de James y habla en susurros.

Cynthia: Tú y yo somos iguales, pero al final habré de superarte porque tengo un motivo más fuerte que el tuyo para no temerle al infierno.

James: También tengo un motivo, pero éste ya me tiene en el infierno.

Cynthia: Aún no estás ahí, pero si continúas con tus planes vas a perder aquello que te mantiene libre de él.

Ricardo que había estado al margen de la conversación, se acerca para separar a Cynthia de James y la coloca detrás suyo.

Ricardo: ¡Terminemos con esto!, dime qué es lo que quieres para dejar a los Montero y a Alejandro fuera de tu venganza.

LQNP: HISTORIA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora