Capítulo 61. Conejillo de indias.

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*Alba*

María, tú eres poeta

*La Mari*

Y tú una friki

No entiendo este juego

*Alba*

A ver... 

Es que... 

Te puedo hacer una pregunta?

*La Mari*

Claro, mi vida, cuéntale a Villar

*Alba*

Es que... pffff... a ver... 

*La Mari*

Tía, no sabía que también tartamudeabas por whatsapp

*Alba*

Jope, María, deja de reírte de mí

*La Mari*

Que no me río, tonta

Si te como esa cara de guapa que tienes

Pero mira, si te está costando soltarlo, si quieres mañana comemos juntas

Que voy a quedarme en la uni para darle un empujón al puto TFG

Yo también quiero hablar contigo

*Alba*

Madre mía, María...

Me tengo que asustar?

*La Mari*

Ya lo estás

JAJAJAJAJAJAJAJA

Hasta mañana, cuñada

*Alba*

Hasta mañana


Alba soltó el teléfono y volvió la atención a su cuaderno. Llevaba toda la tarde dándole vueltas a la cabeza y no le salía nada decente. 


Tan bello es el sol,

tan hermosa la luna,

pero a una morena como tú

no la cambio por ninguna.


No, es demasiado simple, que ella es poeta y sabe de esto. 


Si yo te multiplico

y tú me sumas,

mañana por la tarde

yo te bajo la luna.


No, la luna no se puede bajar, se arruinarían las mareas y los ciclos menstruales. 


Cuando tu me tocas

creo que me muero.

Pero no es la muerte, Nat,

TunantasWhere stories live. Discover now