Capítulo 10. Cómics.

16.9K 1K 792
                                    

La Mari repartió chupitos entre sus amigas, brindaron, tirando la mitad del contenido azul al suelo, y bebieron hasta el fondo. Una mueca generalizada por lo potente del alcohol y el bajo reventando los altavoces. 


- ¿Y dices que estaba buena? -preguntó Marta, tras quitarse el mal sabor de boca sorbiendo de su cubata. 

- ¿Buena? ¡PARA ENTRAR A VIVIR, MARTUKA! 

- Si es la Miriam que yo conozco, estuvo saliendo con una de ADE durante el curso pasado. Su madre tiene una escuela de baile y está como un queso. 

- ¿De ADE? -se extrañó Natalia. 

- Sí, ya sabes, una hetero pija con mocasines y ganas de experimentar que la mandó a paseo cuando tuvo que elegir entre salir del armario o dejarlo. 

- ¡Malditas heterocuriosas! -vociferó Julia, dando un puñetazo en la barra. 

- Tú menos hablar, guapa, que con tres copas te estás comiendo la boca con la primera que pasa. 

- Mari, eso es por el alcohol. 

- Eso es ser bisexual, cariña -se mofó Natalia, pasando un brazo por sus hombros-. Pero nosotras te queremos igual. Las heteros convencidas son mi animal mitológico favorito. 

- Ya empezamos... 

- Bueno, que nos estamos desviando... -cortó la Mari-. ¿Me estás diciendo que Miriam pibón de póster anda detrás de la jefa friki? ¿Estás de coña? 

- Pero escúchame, arrastradísima, ¿eh? Que le dijo... -paró para reírse-. ¡Que le dijo que había huecos que ella estaría encantada de llenar! 

- ¿Y la Reche no se murió allí mismo de un ataque de asma? Me lo dice a mí y me caigo redonda, así te lo digo -la Mari seguía flipando en colorines. 

- ¡Qué va! ¡Al revés! Le faltó decirle "sí, sí, bonita, ya te vi" y apartarla con la manita -las tres amigas soltaron una carcajada sideral-. Os lo digo en serio, ¡que el jodido piojo atómico es una ligona de biblioteca! 

- ¡LIGONA DE BIBLIOTECA, QUE ME MEO! -la risa de Julia se escuchó hasta por encima de la música. 

- Lo siento, Lacunza, pero no te puedo creer -la Mari no daba crédito. 

- Nena, estás en negación, yo te entiendo, de verdad -le acarició el brazo como gesto comprensivo-, yo ayer estaba igual, pero si la hubieras visto como yo la vi... ¡Con mis ojitos! -se los señaló y se metió un dedo sin querer por el movimiento del baile que llevaban. 

- No digiero, Lacunza, no digiero esta información que me estás proporcionando... La friki folla más que yo... -negaba con la cabeza, con la mirada perdida. 

- Vente un día a estudiar allí y lo vas a flipar. 

- ¿Que la Reche aka mosquita muerta, virgen hasta la sepultura, es una rompebragas? ¡PERO CÓMO VOY A ASIMILAR ESO! 

- Yo pensando que era un bollito y resulta que es la hembra alfa de la jodida manada lésbica de las empollonas -Natalia tampoco terminaba de aceptarlo. 

- Si pasa de Miriam, le voy a pedir que me dé su número a mí, que yo encantada de comerme a una Pitágoras que tiene un culo para forrar pelotas de tenis. 


Las cuatro amigas volvieron a reír. Natalia no quería reconocerlo, pero lo cierto era que aquel acercamiento con las chicas de matemáticas les estaba dando la vida y muchas carcajadas de gratis. Aún no había integrado a aquella nueva Reche que había descubierto el día anterior en su cerebro, pero el hecho de bromear sobre ello le estaba dando una dimensión más real. 

Tunantasजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें