Capítulo 52: Te debo un favor

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— ¡¿Por qué no puedes amarme?! ¿Acaso es porque no pertenezco al clan del fénix?

— No es eso. A-Zhe, tú sabes que te veo como un amigo.

— Wan Chuan, estuvimos juntos desde la infancia. Crecimos juntos. Yo no puedo verte como a una amiga o una hermana. ¡No puedo! ¿Por qué puedes verlo a él como hombre, cuando solo lo conociste hace dos años? ¡¿Qué tiene él que yo no?!

— A-Zhe, por favor no lo hagas más difícil.... ¡A-ZHE!
....

— Chuan... está bien. Toda esta bien.

— No lo está, A-Xuan.... A-Zhe... yo fui la causa de su muerte... Era más que mi amigo, era mi hermano... Debí ser sincera en primer lugar... así nada de esto hubiera pasado...

— Quisiera decir que lo lamento... pero sería mentirte... Él levantó un arma en tu contra, y eso jamás se lo perdonaré.
....

— ¡Su alteza, esto es malo! ¡Los humanos han caído en el cultivo demoníaco! ¡Y su líder es Lord Huang Zhe!

— ¡¿Qué?! ¡Llama al General Qianbei!

— ¡Si, su alteza!

— Una cosa más. Que nadie hablé de este asunto a la Princesa Dong, ella está en cultivo a puerta cerrada y no puede ser interrumpida.
....

— Cof cof cof ¿Por qué haces esto?

— Debiste haberme elegido, Dong Wan Chuan. Ahora tendré que matar a tu amado dragón y a tu adorado clan. Ya no tendrás a donde ir.

— Te odio.

— Yo no te odio. Pero odio verte feliz lejos de mi.
....

— ¡Exilio! ¡Se te condena al sufrir eterno en la Cueva Juewang!

— Esto no ha terminado...
...

— Se les acusa de causar desastre en la tierra. Se les condena...

— ¡Aguarden! Por favor, puede castigarme a mi, pero perdone a Wan  Chuan, ella no lo sabía...

— ¡No! Fue mi culpa que Huang Zhe cayera en el camino demoníaco. Merezco el castigo tanto como Ye Xuan.
....

— Después de una discusión, se ha decidido su castigo. Su Ye Xuan y Dong Wan Chuan, se les condena a la reencarnación, pero jamás podrán volver a nacer en el mismo mundo.    "

Lu Qing Chuan abrió lentamente sus ojos. Se sentía cansada y agotada, además del dolor en su garganta y los leves mareos. Observó a su alrededor, estaba acostada en una estera de paja y cubierta por varios edredones. Parecía estar dentro de una tienda de campaña. La iluminación tenue le dio a Lu Qing Chuan una idea aproximada de la hora. Se levantó con algo de esfuerzo y se miró a su misma, sus manos estaban pálidas y no llevaba la ropa que recordaba haber usado en ese momento. Llevaba ropa blanca de algodón, una bufanda de lana del mismo color, y no llevaba máscara en su rostro. Su cabello estaba desordenado y algunos mechones caían sobre su cara. Tenía ojeras oscurecidas bajo sus ojos y los labios resecos. Básicamente tenía una apariencia demacrada, que no obstante todavía irradiaba belleza sublime.

— ¿Despierta? — Wen Mudan abrió la puerta, haciendo que vientos helados entrarán en la tienda. Lu Qing Chuan se estremeció levemente, jamás le había gustado el frío.

— ¿Donde estamos? — la voz de Lu Qing Chuan estaba ronca. Wen Mudan se sentó cerca de ella y le pasó una jarra de agua para que bebiera.

— Nos diste un buen susto. Pensamos que no resistirías. Estamos a medio li del lugar en el que te desmayaste. Feifei encontró un risco que nos protegeria del viento helado. Llevas cuatro días inconsciente — Wen Mudan habló mientras Lu Qing Chuan bebía el agua con desespero.

Transmigración de la pintora despiadadaWhere stories live. Discover now