Transmigración de la pintora despiadada

Capitulo 13: No tienes fuerza para protegerla

Lu Yuxue observó desde el carruaje, del cual estaba a punto de bajar, a su maestra desplomarse en el suelo mientras soltaba suaves ronquidos. Puso los ojos en blanco y se cubrió la cara con sus patas, decididamente si alguien le pregunta si conoce a esa niña, él negara fervientemente conocerla. Aunque pensándolo mejor... Un brillo travieso iluminó los ojos verdes del zorro. Peinó su cola con sus patas delanteras y se preparó para saltar sobre la niña. El zorro nevado puso a andar sus planes y saltó, su objetivo de aterrizaje era el estómago de la niña... Pero antes de que pudiera tocar siquiera la tela de la ropa de la niña, una mano delgada y blanca como tallada en el más fino jade lo agarró de la cola y desvío su trayectoria de caída. Lu Yuxue cayó cerca de los pies de Dong-shi en una postura no muy elegante. Lu Yuxue levantó sus ojos llorosos solo para encontrarse con la mirada burlona de Lu Qing Chuan. Sintiéndose intimidado el zorro blanco corrió a los brazos de Lu Qing Luo, su apariencia lamentable casi podría convencer a una persona de que fue agraviado si no hubiera presenciado toda la escena.

Lu Qing Chuan se levantó naturalmente del suelo y sacudió el polvo de su ropa, que afortunadamente era color azul marino. Bostezo antes de saludar a la sirvienta que estaba estupefacta ante la escena:

- Buenos días Hermana mayor Xiao Rou.

- ... Bu-buenos días Señorita Mayor - la cara de Xiao Rou estaba roja por contener la risa.

Lu Feng Han suspiro pesadamente - Chuan'er, vamos.

Lu Qing Chuan asintió y corrió junto a su padre para tomar su mano libre. Lu Feng Han llevaba en su lado izquierdo a Lu Fan Yu y en su lado derecho a Lu Qing Chuan. Así mismo Dong Zhen sostenía las manos de las gemelas una en cada lado. En cuanto a Lu Yuxue, que ya había superado la humillación que le dio su ama, corrió para saltar y subirse al hombro de la niña, el pequeño zorro no media más de 2 chi y con su tamaño pudo acomodarse perfectamente en el hombro de la niña. De esta forma es que la familia Lu salió a la Ciudad de Sutang, con un guardia sombra y una sirvienta, Meiyang, siguiendolos.

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Ke Yan corría a través de los intrincados tejados de la Ciudad de Sutang, una niña de alrededor de dos años en sus brazos profundamente dormida. Él era el último guardia de la sombra leal a Madame Zhu, la esposa oficial del jefe de la organización de asesinos Gui Yin Ying, la más grande en el País Duan. Su maestra fue envenenada a muerte por la amante del jefe de la organización, Lady Shui Lian, que anhela el puesto de Madame Gui Yin Ying. El último deseo de Madame Zhu fue que su hija, Zhuang Yaoyao, pudiera salir con vida del clan Gui Yin Ying. Madame Zhu fue traicionada por la mayoría de su gente, los únicos leales sirvientes que quedaron fueron su sirvienta personal, Zhui Yaya, y el guardia sombra Ke Yan. Ke Yan envíó a Zhui Yaya en la otra dirección para salvarle la vida, quién sabía que la chica tenía artes marciales comparables a las suyas y le había seguido hasta esta pequeña Ciudad de Sutang. Ke Yan sabía que dos personas no eran rival para quince asesinos bajo las órdenes de Lady Shui Lian, pero todavía corría lo más rápido que podía con su joven amante en brazos. El le prometió a su señora que protegería a la joven señorita con su vida, él y Zhui Yaya no descansarían de proteger a la niña hasta su muerte.

- ¡Entrega a la niña Ke Yan! ¡No tienes el poder de protegerla! - uno de los asesinos ordenó mientras blandía su espada empapada en veneno en un movimiento mortal hacia Ke Yan.

- ¡No se te permite tocar a la joven señorita! - una mujer vestida de celeste desvío el ataque con una daga larga, su rostro estaba cubierto por una máscara de plata, sus ojos tan fríos como el hielo.

- ¡Zhui Yaya, no pienses que nuestra señora te dejará ir habiendo servido tanto tiempo a esa condenada Zhu Miyu! - una de las figuras vestida de negro, una mujer, comentó con intención asesina.