Transmigración de la pintora despiadada

EXTRA II: Tong Li

Autora: A veces cuando me despierto siento que he olvidado algo. Por más que intento acordarme, nunca logro recordar mis sueños. Pero sé que mi sueño era importante.

Wen Mudan: ¿No es eso normal? La mayoría de los sueños no se pueden recordar.

Autora: No es que no lo recuerde. Simplemente solo me acuerdo de pequeños detalles pero sé que la parte que olvide es la que más importa.

Xiwang: ¿Es una historia para dormir? *Ojos brillantes*

Autora: No. No lo es sino le hago ciertos retoques. *Mirada pensativa* 💡 *Agarra un lápiz y un cuaderno*

Wen Mudan: Aquí vamos de nuevo...*Sonrisa impotente*

Zas Zas Zas zas- ✍️📝

Xuanyuan Mo Cang: ¿Qué está haciendo? *Le susurra a Wen Mudan*

Wen Mudan: Recordando un sueño... y enredando su contenido *Se encoje de hombros*

Qianbei Tian: *Mira con interés la hoja a medio escribir*

Tong Li

La historia de tu vida comienza en el nacimiento. Así es pero la historia de él comienza con su muerte.

No hay mucho que resaltar de su vida. Su nombre fue Tong Li. Abandonado por su madre, una trabajadora sexual, en las calles con solo tres años de edad, se crió en las calles con grupos de indigentes, sin saber si al día siguiente seguiría con vida o moriría de hambre. Aprendió a defenderse y la vida le enseño a ser cruel con sus semejantes. Robar a otros indigentes y toda persona desprevenida, sean niños o adultos, nunca fue un impedimento moral para él. Un niño de la calle, sin padres y sin un adulto ejemplar al que imitar, nunca podría conocer tal palabra.

¿Moral?

La moral no puede alimentarte. Eso fue lo que un indigente senior le dijo al joven Tong Li. Y eso fue lo que en adelante reglamento su vida.

Tres años en la incertidumbre de si su vida acabaría al día siguiente, lo convirtieron en una persona de corazón frío y expresión de piedra.

Hasta que...

Die Junyue: ¿Hasta que qué? *Apoya su peso sobre los hombros de la autora*

Autora: Die Junyue si no te quitas ya de mis hombros te juro que esta noche voy a comer pescado asado *Habla apretando los dientes*

Lu Qing Hua: Tos tos- *Tose para no reír*

Qianbei Tian: ¿Pueden callarse? *Frunce el ceño* Quiero saber qué pasa con el mocoso.

Die Junyue y Lu Qing Hua: *Se miran antes de sentarse en un lugar al azar*

Xiwang: ¡Quiero oír más! *Muerde una rebanada de pastel de naranja*

Autora: *Mira con advertencia a todos en la habitación antes de seguir escribiendo*

Zas Zas- 📝

Hasta que una noche el sollozo de una niña atrajo su atención.

La pequeña estaba sola. Su piel era tan blanca como la nieve y sus ojos y cabello eran tan negros como la penumbra. Sus rasgos infantiles y angelicales eran extremadamente hermosos, manchado de lágrimas despertaba la compasión de cualquiera. Vestía un sencillo conjunto color celeste y unos zapatos color gris que parecían ser una o dos tallas más grandes que la de ella.