.Ep 40. Alley of Love

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-Oye Kook- Llame a quien se disponía a divertirme de camino a su casa- ¿T-Tienes protección en tu casa? - Consulte delicadamente esperando expresar bien lo que quería decir.

Mi corazón palpito al notar su rojez por el rostro, mierda, ese color podía ser contagioso, ya lo sentía sobre mí.

Niega luego de unos segundos tratando de responder ante su vergüenza traslada hasta las orejas.

-Tengo que comprar- Murmura- Solo que me da mucha pena- Susurra bajando la mirada.

Estruja sus labios tratando de calmar la ansiosa pena que culminaba en gran poder sobre todo su cuerpo, hasta se podría notar nervioso.

Guarde una pequeña risilla, me encantaba esa faceta llena de inocencia con una pizca de cierta morbosidad.

-Si quieres puedo comprar yo- Expreso queriendo quitarle ese pesar que no está acostumbrado a sentir.

- ¿E-En serio?

Sus ojos se iluminan y respira sin pesadez, como si lo estuviera salvando de algún grave acontecimiento.

-Si- Asiento- Mira, allá- Señalo con mi dedo la cuadra donde una droguería disponía vista- Compraremos allí- Avise al volver a caminar.

-P-Perdón por hacer que hagas esto- Kook logra detenerme con su voz- Pero aun sigo sin acostumbrarme, esto es nuevo para mí - Explica abochornado con labios tremulantes, ajustando más sus dedos alrededor de las tiras de la mochila.

Sonreí dulcemente. Recuerdo la primera vez en que Suga me obligó a comprar condones, cargaba un nuevo nivel de estrés a cada pie que avanzaba hacia la droguería, el muy imbécil solo se burlaba de mi estado en vez de tratar de calmarme. Se lo que Kook siente en este momento y es perfectamente normal, todo al tiempo.

-Tranquilo- Exprese acercándome a su nariz depositando un casto beso.

Asiente más calmado, dejando de sostener tan fuerte su mochila y mordiendo sus labios a casi romper.

Al llegar, Kook se queda a las afueras del local. Este era un pequeño edificio en base de vidrios, se veía con claridad su interior notando que se hallaba una clienta de edad avanzada comprando en una caja registradora. Avance hacia los adentros, cerrando la puerta detrás. Me acerco a la otra caja en la cual un muchacho era el encargado de esta.

-Hola, ¿Que desea?

El muchacho de cabellos azules, ojos marrones y sonrisa sobresaliente de brillo se visualiza atreves del otro lado de unos vidrios con una pequeña ventanilla.

Extraño color chillante sobre su cabeza por ser farmacéutico, no es algo que te dejen usar todos los días, sin embargo, era su color.

-Hola- Respondí- Un paquete de condones por favor, los ultra finos en lo posible- Expresé.

Asiente desapareciendo detrás de la caja, por lo pronto oigo susurros de mi costado percatando de la mirada decepcionante de ambas señoras, tanto de la farmacéutica como la de la clienta que aún no se había ido. Suspire.

Señoras, lo siento porque no hayan tenido la oportunidad de haber disfrutado del sexo en su época, realmente me dan pena, pero deberían darle el apoyo a la nueva generación para que no nos encerremos en una burbuja como ustedes.

Negué con mi cabeza, no quisiera poner a dar críticas constructivas con señoras que no podrán cambiar su forma de pensar.

La presencia del farmacéutico me rescata de mis dudas, me entrega la caja de condones con nuevamente esa sonrisa singular. ¿Como no podría recordar esa sensación que regalaba Suga al sonreír así?

El nerd que me enamoró- Jungkook y tú- (+18)Where stories live. Discover now