El nerd que me enamoró- Jungkook y tú- (+18)

.Cap 20. Mother and Brother

ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas de violencia doméstica, esto puede incomodar algunos lectores.

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Todo normal el día, al final me quedé echada en el sofá mirando tv, no pasaba nada bueno. Solo me quedé observando un concurso de baile sin encontrar alguna otra cosa más entretenida.

-Ya llegué- La voz de mi madre se implanta desde atrás, al parecer se percató de mi al instante- ¿Dónde estuviste anoche?

Al menos pudo avisar que llegó, sin saludar.

-Con el vecino-Respondí sin prestarle mucha atención.

- ¿Usaron condón? - Alza una ceja dejando su bolso en el sofá.

- ¿Por qué piensas que soy una zorra acostándose con todos los hombres que encuentre? - La mire enfadada.

- ¿No lo eres? - Se coloca de brazos como lo arrogante que siempre fue conmigo.

-Claro que no, pero tu...- La mire de arriba a abajo, denigrándola- Tu si, y si soy zorra será porque aprendí todo de ti querida "madre"- Sonreí acercándome a su cuerpo sin arrepentirme ante lo que dije.

Mis ojos miran como su mano se levanta en el aire y cae en mi mejilla con gran pudor, rechinando nuestras pieles.

- ¡Cierra esa maldita boca, perra! - Su bofetada no dolió en realidad- ¡Sabes perfectamente que me debes respetar! - Me recuerda algo que realmente no me interesaba.

-Ja...-Sonreí mostrando mis dientes- Y tú sabes perfectamente que eso a mí no me importa- La miré entendiendo como su furia emanaba desde esos orbes delineados exageradamente- ¡Me debes esa vez cuando te acostaste con los cinco tipos que trajiste a casa y por poco me violan! ¡Tu ibas a dejarlos! - Le grite defendiendo mi ser y explicándole una de las razones por la que mi respeto hacia ella se esfumó hace tiempo.

- ¿Q-Que es lo que dices? - Con opresión atrapa mis cabellos estrujándolos con fuerza como si eso pudiera llegar a dolerme- ¡Cierra tu maldita boca! - Gruñe acercando mi rostro al suyo notando cada una de sus líneas de expresión tensas- ¡Nunca debí haberte tenido! ¡Tu...! ¡Tu asqueroso rostro me recuerda al mal nacido de tu padre! - Escupe enojada.

Sonreí burlona, ya ninguna de sus palabras podía ser tan dañinas como sus actitudes que siempre tuvo hacia mí.

-Mírame todo lo que quieras y recuérdalo, recuerda el que una vez fue tu miserable esposo- Pronuncio con todo rencor que encontraba en mi interior, no era la primera vez que teníamos este tipo de encuentro por lo que no era nada nuevo.

La empujé así sale de mi camino, me dirijo a mi habitación con una gran fuerza de voluntad a no cometer homicidio.

- ¡Mantente encerrada en tu habitación! ¡Hoy no comerás! - Advierte desde el principio de los escalones.

Me giro a punto de terminar de ascender las escaleras, extiendo mi mano a su vista y levanto el dedo medio expresándome.

Con eso vuelvo a mi camino sin esperar algo de ella, escuche algo balbucear, pero realmente no preste atención, me encerré en la habitación tratando de contener aquella rabia que cada vez se despojaba de las cadenas, abracé con muchas fuerzas mi almohada, la mordí con todo pudor hasta desgarrar, con las pocas uñas que tengo, la tela dejando escapar el relleno. Con eso me di cuenta de mi furia, mi veneno. Si tengo alguna persona enfrente podría ser capaz de matarla.

Coloque música en mis auriculares, algo tranquilo. Necesitaba despejarme.

...

Estruje mis ojos, al abrirlos percato del descarado sueño que atrapó mi cerebro sin darme cuenta. Ya era de noche y me quede dormida sin comer nada.