Llegué después de veinte minutos caminando a la revista de mis padres. Saludé al conserje y subí al ascensor, en este edificio la mayoría me conoce, lo que no me gusta es que me tratan de "Señorita Thompson" no pueden decir "Hola Sophie" y ya está. Me bajé en el penúltimo piso del edificio y me frené al verlo.
- ¿Qué estás haciendo aquí? - le pregunté algo enojada al verlo sentado en la recepción de papá.
- Tenía que venir a la revista - respondió Nate quitándome la vista sin importancia.
- ¿Por qué no me dijiste que tenías que venir para acá? - dios lo quiero matar.
- Te dije que yo te traía, pero te marchaste caminando - levantó sus hombros y me quitó la vista para concentrarse en su teléfono.
Se abrió la puerta de la oficina de papá y salió Ana caminando con el tío Nate.
- Hola Sophie - me saludo feliz.
- Hola Ana ¿Cómo estás?
- Bien gracias, hola joven Nate - Nate levantó la vista sonriendo respondiendo a su saludo con un "Hola Encanto" entorné los ojos irritada al escucharlo.
- Que bueno que ya llegaron - dijo el tío Nathaniel acercándose a mí a darme un abrazo - ¿Cómo estás princesa? - me acaricio el cabello - ¿Cómo te trato este diablo?
- Pésimo, no lo envíen nunca más por mi - Nate levantó sus manos indignado por mi respuesta poniéndose de pie.
- La llevé a comer donas, soy un buen niñero - Ana se puso a reír igual que el tío Nathaniel, menos yo, porque dijo niñero, aún me ve como una bebé, mi ánimo cayó por el piso.
- Bebé - dijo mamá al verme, ¡Aah! estoy demasiado frustrada, sigo siendo la bebé de la casa, debería olvidar mis ilusiones e imaginaciones que conciernan a Nate. Mamá como vio que el tío Nathaniel me tenía abrazada se acercó a saludar a Nate - Tan lindo mi niño precioso, gracias por ir a buscar a mi bebé pequeña - Nate tomó a mamá para apretarla fuerte y darle un beso en su mejilla.
- No es problema - respondió feliz, somos una familia, qué mente retorcida debo tener para haberme fijado en él, podríamos ser familia, podría ser mi hermano mayor, o podría ser mi primo, pero no lo es, no lo es, no es absolutamente nada mío y eso a mi mente le permite volar.
- Princesa - apareció papá desde su oficina, solté al tío Nathaniel y papá me abrazó dándome un beso - ¿Cómo estuvo tu día?
- Iba bien, hasta que me abandonaste en la escuela - se puso a reír y yo estoy aquí haciendo berrinche - No deberías haber enviado a Nate, ya estoy grande, podría haberme venido sola.
- Ay princesita por favor lo dices como si hubiesen sido las horas más terribles en tu vida - dijo sarcástico Nate.
- No me digas princesita - le dije amenazante provocando risas en los demás, Nate levantó las manos fingiendo dar la guerra por pérdida.
- Vamos a casa, Stephanie me envío un mensaje que nos está esperando a todos con la cena - respondió el tío Nathaniel.
- Si que delicioso - dijo mamá - Necesito distraerme.
- Yo te puedo distraer - papá lo dijo serio, mamá lo miró reprochándolo poniéndose roja como un tomate y Nate se puso a reír intentando disimular - Vamos - nos acercamos al ascensor - Bueno como ustedes dos andan juntos, podrían ir se juntos - dijo mi padre solo para hacerme enojar.
- Lo mismo digo - dijo Nate serio sin mirarme, le di un pisotón - ¡Hey! - se quejó jalandome el cabello y yo también me lancé a agarrar su cabello - Sabes lo que pasa cuando me tiras el cabello - se lo jalé igual provocando un grito en él.
YOU ARE READING
Si Me Encuentras En Manhattan
RomanceSophie, la menor del clan Thompson ha crecido y ha cumplido la mayoría de edad. Todos tenemos un amor imposible desde pequeñas guardado aquí dentro, ese amor que sabes que jamás se hará realidad, pero que da igual, porque lo consideras tan lejano y...