Capítulo 26: Lo Peor Del Lado Thompson.

4.1K 278 8
                                    

NATHANIEL

— ¡Estás loca! — no puedo controlar mi rabia, mi enojo, estoy furioso. Lily rió como una vencedora de la vida — Sabes, estás haciendo esto solo para cuidar tu imagen, pero sabes qué, en esa cláusula no sale nada de no publicar lo que está sucediendo aquí, y yo me encargaré de hundirte hasta el fondo en esta sociedad — la apunté amenazante y retrocedió un paso asustada olvidándose de su sonrisa de triunfo.

— No te atreverías — dijo con miedo, sonreí.

— Estabas tan cegada haciendo estos papeles, que te concentraste solamente en separarme de Sophie, pero te olvidaste de lo principal, tú imagen, y créeme que te arrastrare por el suelo — tragó saliva tiritando de miedo — Voy a acabar contigo Lily, te lo juro por Emily que acabaré contigo — no respondió nada — Ahora lárgate de aquí, y te recomiendo que en vez de seguir planeando la boda, comiences a planear cómo salir del fondo en el que te meteré — se giró con seguridad subiéndose al ascensor.

— Nos vemos el viernes en la iglesia — dijo demostrando seguridad que ya no posee, pero no dará sus brazos a torcer, la guerra está declarada, quiero golpearlo todo, nunca había estado tan enojado en mi vida como ahora.

Miré a la escaleras y pensé en Sophie, tengo que decirle en qué consiste la cláusula y admito que el miedo de perderla crecieron, pero sé que no me dejará y me acompañará en esto.
Subí rápido las escaleras y entré a mi habitación, no la encontré en la cama, miré a mi vestidor y salió completamente vestida sin mirarme, tomando sus cosas metiéndolas en su bolso.

— Sophie — no me miró, y la sensación de que la perderé y esta vez para siempre, se apoderó de mi, estoy aterrado — Sophie por favor — le pedí tiritando tomándola de la mano para que me mirara — No me dejes ahora — le pedí al borde de las lágrimas.

— No puedo Nathaniel — su voz, es frialdad absoluta, es ese tono de voz que usaba cada vez que me alejaba, lo está haciendo de nuevo.

— Sophie por favor — le pedí ya con lágrimas, no me puede dejar ahora — Prometimos que estaríamos juntos pasara lo que pasara — la intenté tomar, pero se alejó, está cegada por la rabia. Me intenté secar las lágrimas — Sophie.

— Me aburrí de esto, me aburrí, no te voy a esperar otros cinco años ¿Para qué? Para que vuelva a suceder quizás qué situación, y volveré a perder cinco años de mi vida esperándote, esperando a la persona por el cual el motivo que no estamos juntos es porque tú nunca quisiste, si hubieses sido valiente y hubieras hecho las cosas bien en un principio esto no estaría pasando, no quiero volver a sufrir, a estar sola, no quiero Nathaniel, esta vez no, ya me harté de esto, esto que nunca funciona, esto que nunca llega a nada, siempre hay una traba, siempre hay algo — nunca la había visto tan decidida en algo y tan enojada, la perdí y esta vez para siempre.
Estuve acostumbrado a escuchar que las segundas oportunidades existen y que todo es posible, que los errores se reparan, que el verdadero perdón es algo real y que el amor siempre gana. Pero en esta historia no fue así. Los errores pesan y te acompañarán toda la vida, a veces el daño es tan grande que la palabra perdón no alcanza a sanar las heridas y que las segundas oportunidades a lo mejor no salen bien y no resultan. Asentí secándome las lágrimas y la solté para nunca más volver a tomarla. Sophie me quitó la vista, una mirada que me está demostrando que ya me sacó de ahí dentro y que jamás volveré a entrar. Tomó su bolso, botó aire y sentí que bajó las escaleras, y por último las puertas del ascensor abrirse, comencé a correr bajando las escaleras, al llegar abajo las puertas del ascensor comenzaron a cerrar.

— ¡Sophie! — grité desesperado, levantó sus ojos, está llorando, en ese cubículo ahí dentro, sola, se permitió romper.

— No puedo creer que haya desperdiciado la mitad de mi vida en ti — sus palabras me destrozaron.

Si Me Encuentras En Manhattan Where stories live. Discover now