Capítulo 3: Esto Es Un Beso De Verdad Princesa Sophie.

4.4K 342 21
                                    

No le respondí, solo dejé que se acercara.

- ¿Qué haces aquí? Le dije a papá que podría irme sola, ¿A qué vienes? A romper mi iPad ahora - oh por dios que estoy enojada con él.

- Ay princesa tranquilízate - dijo exagerado - Sé que estás enojada conmigo, pero yo me ofrecí a venir, y tu padre me advirtió que sería mala idea, pero vine a entregarte esto - llevó su mano de la espalda hacia adelante con una caja - Lo siento por lo de ayer.

- ¿Qué es? - tomé la caja y la desenvolví, un teléfono - No puedo aceptarlo - se lo entregué de vuelta, pero no lo tomó y botó aire exasperado mirando al cielo.

- Acéptalo ya Sophie, yo rompí tu teléfono - boté airé decepcionada recordando que ayer ni siquiera se sintió mal al romper algo mío.

- No quiero, yo ahora iré a comprarme uno - se pasó las manos por el rostro desesperado.

- Por favor acéptalo, el otro lo enviamos a reparación y buscamos a una persona que lo necesite y podrás regalarlo, pero acepta mi regalo - sonreí por su idea y asentí mirándolo con ternura.

- Gracias - llevó una mano a mi rostro para acariciar mi mejilla.

- Lo siento por romper tu teléfono - asentí nerviosa, me está acariciando, mordí mi labio mirando los suyos ¿Nate podrá verme como algo más? ¿Querrá besarme? Llevó su pulgar para acariciar mi labio inferior que acabo de morder y mis ilusiones se dispararon a alturas inimaginables.

- Nate - me soltó en menos de un segundo mirando hacia el lado - Creí que estabas en Londres - dijo un chico como de su edad sorprendido observándolo.

- ¿Danhiel? - respondió muy feliz Nate - Hola, no, regresé hace poco - se abrazaron dándose un golpe en la espalda - ¿Qué estás haciendo por aquí?

- Vine a retirar a mi hermana pequeña y tú.

- En lo mismo que tú - respondió relajado, y mientras más sube tu ilusión, más fuerte es la caída, acaba de responder la pregunta que me estaba haciendo. Nate solo me ve como una niña a la cual tiene que cuidar. Siguieron conversando unos segundos y luego se despidieron - Vamos, tiene pinta de lluvia - dijo mirando el cielo, me tomó del brazo, pero me solté, puedo caminar sola - Oh por dios eres la más pequeña, pero la más intensa - se quejó moviendo sus manos.

- Ya no soy pequeña, y me puedo ir sola - metí la caja con el teléfono nuevo dentro de mi bolso.

- ¡¿Qué?! ¿Pero qué hice ahora? - preguntó exasperado.

- Hola Nate - ambos miramos al lado, Tricia, uy ahora si que quiero asesinarla, maldita sea estoy celosa, ella es, ella es, ella es la porrista de la secundaria, todas ahí dentro quieren ser como ella, tener su cuerpo, y andar con esa vestimenta tan apretada y corta, y se ve tan espectacularmente bien, ¡Uy! Además de que tiene una personalidad con la cual todos los hombres se derriten a sus pies.

- Hola - Nate la repasó con la vista, me largo, no quiero presenciar esto, pero mamá me dijo que cuando quería algo no debería entregarlo, debería luchar por ello, pero este tipejo es un idiota mujeriego que me ve como una niña, me largo, Ay a quien engaño, aunque me quedara no soy tan valiente para luchar por otra persona, a veces odio mi personalidad retraída, mi cabeza es todo un maldito mundo, pero de la boca para fuera es como si no existiera. Me giré para caminar, pero Nate tomó mi mano.

- ¿Vienes a buscar a Sophie nuevamente?

- No - respondi enojada.

- Si - me discutió Nate enseguida.

- Creí que ya estabas en edad de irte sola a casa Sophie - Tricia me sonrío de forma fingida, me está echando para quedarse a solas con Nate, todo tuyo.

Si Me Encuentras En Manhattan Where stories live. Discover now