Capítulo 16: Tormentosos Recuerdos.

4.6K 328 54
                                    

SOPHIE


Nate miró mis labios unos segundos, dudando si hacerlo o no, pero atacó mi boca con fuerza y me aprisionó contra el mármol del lavamanos evitando que me fuera a escapar, que me fuera a arrepentir, que me fuera a separar de su boca, pero hice todo lo contrario. Me levantó y enrollé mis piernas en su cuerpo, me dejó sobre el mármol acomodándose entre mis piernas subiendo mi vestido, no sé si solo Nate me pone de esta manera o simplemente llevo mucho tiempo sin tener sexo, pero si hay algo que debo admitir, es que quiero absolutamente todo de él. Comencé a desabrochar botón por botón de su camisa y me bajó los tirantes finos de mi vestido por los hombros besando cada centímetro de mi pecho, acaricié su torso despacio, mientras lo besaba, me separé un poco para darme el privilegio de observarlo, extrañaba cada centímetro de su cuerpo, pasé mi mano por su pecho, donde dice EMILY en su corazón, y abajo mi nombre, nunca lo borró, sonreí acariciando mi nombre en su pecho. Siento que viví en agonía este tiempo, mi cuerpo agonizaba por el de él, no existirá nunca otro hombre, no sé si es la excitacion del momento o es así, pero no quiero que ningun otro me haga el amor de esta manera. Sentí sus manos subiendo por mi trasero de forma brusca y posesiva, subiéndome el vestido, llevé mis manos con desesperación a su pantalón para desabrocharlo. Me tomó del rostro con fuerza y me separó de su boca, con su mirada me está diciendo todo lo que ambos no atrevemos a gritarle al mundo.
Fue como avivar las llamas de la hoguera, fue echarle bencina al incendio, estábamos cada uno apagándonos por cuenta propia, conteniendo las llamas guardadas dentro, pero al juntarnos las brasas comenzaron a arder y ahora siento que jamás se volverán a apagar. Fue un error, porque tenía mis ganas guardadas en lo más profundo de mi cuerpo, pero ahora estarán a flor de piel a cada segundo. Fue un error, porque no me había dado cuenta de la manera en que mi cuerpo extrañaba el de él, la manera en que mi corazón latió desbocado al escucharlo decir mi nombre entre quejidos mientras hacíamos el amor, las marcas que deja cada vez que recorre mi piel con sus besos, sus mordidas, la agonía que provoca cada vez que toma mis manos para entrelazar nuestros dedos cuando está sobre mí, sentir el peso de su cuerpo, escuchar el sonido de su respiración en mi oído, sentir su olor impregnado a fuego en mi cama.



— ¡Papá! — abrí los ojos enseguida asustada, ay no — ¡Papá! — Emily está demasiado feliz subiéndose a la cama despertando a un Nate que aún no reacciona y yo comencé a tocarme para ver si tengo algo de ropa puesta.

— No hija no — dije asustada y se frenó al escucharme.

— ¿Por qué no? — pregunto confundida mirándonos, Nathaniel se sentó aturdido en la cama tomándola entre sus brazos, ni siquiera sé si Nathaniel está vestido bajo las tapas.

— Hija ven vamos a buscar tu leche — asintió, me levanté rápido de la cama, por suerte anoche cuando fui al baño antes de dormir me puse ropa interior. Me acerqué a tomar mi bata con mi mano, le tiré mis brazos y estiró los de ella enseguida.

Le preparé su leche y se la entregué, en eso salió Nate de la habitación ya completamente vestido. Nuestros ojos al encontrarse se esquivaron enseguida. Se centró en Emily. La tomó en brazos y se dirigió a sentarse al sofá. Me metí en mi habitación, con mi cabeza hecha un verdadero caos.

— Sophie — me giré asustada a mirarlo.

— No digas nada — le pedí triste, no quiero escuchar que esto fue un error, que el se va a casar, solo sucedió y ya.

— Sophie — insistió caminando a mi.

— ¡Nate por favor! — se detuvo observándome. Tengo miedo, estoy muriendo de miedo.

— Mamá— sentimos la voz de Emi y Nate se giró — Papá ven vamos — lo tomó de la mano y Nate la siguió de vuelta al salón. Miré la hora en mi teléfono, son las 10AM, nos quedamos dormidos. Me metí a la ducha intentando encontrar una solución a mis pensamientos, pero siempre llego a lo mismo, a los tormentosos recuerdos.



Si Me Encuentras En Manhattan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora