Si Me Encuentras En Manhattan

Capítulo 7: Situaciones Inolvidables E Imperdonables.

SOPHIE

Elif llevaba saliendo un año con Matthew, eran la pareja perfecta. Les costó todo ese año formalizar, entre van y vienen, idas y venidas, entre mi embarazo y todo lo sucedido con Nathaniel, pero se logró, dieron el paso tan esperado y que tanto le costó a Matthew, pedirle a Elif que sea su novia. Elif estaba enamorada desde la uña pequeña de su dedo del pie, hasta el cabello más fino de su cabeza. Para ella Matthew lo era absolutamente todo, era su príncipe, su necesidad, su obsesión, lo era todo. Hasta que el padre de Elif enfermó y le diagnosticaron una enfermedad terminal, su deseo: Morir en la tierra que nació con su familia. Así que los padres de Elif junto a ella decidieron irse de Nueva York y regresar a Estambul por esos meses que le quedaban de vida. Fue como si el mundo de Matthew se destruyera, Elif se iba de Nueva York y no se sabía cuándo volvería. No sé qué cosas, o cuantas cosas se habrán dicho ese día que Elif le informó la decisión de marcharse por esos meses, pero solo recuerdo que terminaron y que Matthew la echó de su piso, Elif llegó llorando a su casa. Su padre solo la quería ver feliz, así que le pidió que se quedará en Nueva York o que invitara a Matthew a irse a Turquía con ella y aquí fue cuando todo se derrumbó.
Elif regresó esa misma noche al piso de Matthew, pero no lo encontró lamentándose por ella, lo encontró en la cama con otra.
Recuerdo ese día y mis lágrimas caen solas, nunca había visto a Elif así, no sabía cómo controlarla, es que nadie puede reparar un corazón así de roto y nadie puede olvidar en su vida semejante escena, y si alguien sabe de que te rompan el corazón, esa soy yo, pero lo de Elif, eso lo considero imperdonable. Pero como dicen, hay amores de toda clase, el verdadero perdón existe y la vida es solo una, nadie sabe lo que puede suceder, y yo no soy quien para juzgar, la menos indicada, la que ha estado enamorada por el mismo chico por casi seis años, esa soy yo. Elif se marchó para nunca más regresar, cuando murió su padre a los tres meses, la mamá de Elif regresó a seguir con su vida y su trabajo, pero Elif estaba tan rota, que no pudo regresar y conoció a Kerem. Su actual prometido.
Me costó meses poder hablar con Matthew por lo que había hecho, pero lo vi tan mal, peor que Elif, mil veces más acabado y lo único que lo hacía reír era cuando escuchaba reír a Emily, así que me acerqué a él y de a poco volvimos a hacer amigos. Los primeros meses Matthew estuvo de fiestas, drogas y alcohol todos los días de la semana, pero aún así no dejó de rendir en la universidad. Luego Nathaniel lo convenció de inscribirse en CrossFit, así que iban casi todos los días de la semana a hacer deporte y de apoco dejo las fiestas excesivas de lado y volvió a su normalidad. Ha tenido pocas parejas formales, pero de seguro que sale con alguien todos sus fines de semana, Matthew es demasiado atractivo e irresistible para las mujeres, por lo que no le debe faltar sexo y andanzas.

No había visto a Elif, y verla, recordar tantas cosas dolorosas, que necesitábamos hablarlas para poder olvidarlas, me ha dejado con el ánimo bajo. Entré a mi piso colgando mi chaqueta, estoy mareada, bebí como cuatro martinis, necesito un vaso de agua, me dirigí al sector de la cocina y me asusté al ver a Nathaniel apoyado en la isla.

— Hola — saludó normal.

— Hola — respondí acercándome para tomar un agua con gas.

— ¿Cómo lo pasaste?

— Bien gracias — asintió.

— Te ves — me miró de pies de cabeza — Hermosa — terminó por decir, bajé mi vista agarrando mis pechos.

— Mentiroso, sé que dirías que parezco que estuviera amamantando a Emily de nuevo — estalló en risas.

— Pero eso no quita que no te veas hermosa — levanté mis hombros — ¿Con quién saliste Sophie? — entorné mis ojos.

— No te lo diré, quédate con la intriga por mal hombre, me iré a dormir — sentí su risa de nuevo mientras me dirigía a mi habitación, pero sentí sus pasos tras de mí.