NATHANIEL
Llegué al piso de Sophie, lo pensé varios minutos, en llamar y decir que no podré cuidar a Emi, pero no le puedo hacer eso, ya estamos aquí. Mi teléfono comenzó a sonar, es ella. Me baje del auto, le contesté diciendo que iba subiendo y colgué rápido. Toqué el timbre y me abrieron la puerta, el hombre invisible, baje la vista y estaba Emily mirándome con su sonrisa hermosa esperando alguna reacción de mi parte, me arrodillé para quedar a su altura.
— ¿Vive aquí la princesa más hermosa — levanté la vista antes de terminar mi frase y vi a Sophie. Cerré la boca enseguida. Se ve hermosa, se ve sexy, yo creo que nunca la había visto así de sensual. El corazón me va a mil. No quiero que salga de aquí con ese vestido negro tan apretado y diminuto que le remarca cada curva de su excitante cuerpo.
— ¿Te gusta el vestido de mamá? Yo la acompañe a comprárselo — asentí poniéndome de pie sin decir ninguna palabra, porque ni siquiera puedo hacer sinapsis neuronal si Sophie está usando ese vestido.
— Que bueno que llegaste, estoy atrasada.
— Mamá por qué tienes que salir sin mí— Emi le estiró sus brazos y Sophie se agachó para levantarla, me dará un infarto.
— Porque mamá también debe salir sola, recuerdas que lo hablamos — Emi asintió y yo no puedo quitar la vista de sus pechos — Ve con papá, para que mamá pueda irse cariño — Emi me estiró los brazos y la tomé — ¿Pasa algo? — negué enojado — Bueno entonces me voy — le dio un beso a Emi en su mejilla de forma tierna, me miró a mi — Gracias — le puse mi mejilla para que se acercara a darme un beso, se apoyó en mi hombro y llevé mi mano desocupada descaradamente a su trasero para sujetarla.
— Que no ponga las manos ahí, por favor — me quitó la mano enojada.
— Créeme que dejaré que ponga las manos en donde quiera — me soltó alejándose.
— Sophie — la seguí con Emily en brazos y estiré mi mano para detenerla, pero no alcancé.
— Adiós — dijo feliz burlándose y salió del piso, quedé mirando la puerta enojado, me torturare toda la noche por culpa de ese vestido.
— Mamá también hace eso — miré a Emily.
— ¿Que cosa? — Emi levantó sus hombros sin decir nada más. Nos quedamos mirando unos segundo, esperé que dijera algo, pero dijo algo diferente.
— Ya la extraño — levantó sus hombros de forma tierna, es dispersa igual que su madre, se le olvida todo igual que su madre, te cambia de conversación con una facilidad impresionante.
— Yo también, por qué no esperamos unos minutos y la llamamos para que regrese a casa — No me quiero imaginar la cara que pondrá el editor idiota cuando la vea, se le llegará a caer la baba.
— Ya si y que venga a ver películas con nosotros — dijo entusiasmada.
— Buena idea ¿Te preparo la leche?
— Mamá la dejó lista, dijo que solo debías calentarla — me dirigí a la cocina con ella en mis brazos.
— Enviémosle una foto a mamá juntos para que vea de lo que se está perdiendo.
— Si — me abrazó rodeando mi cuello, apegando su mejilla con la mía, aproveché de darle un beso enorme y saqué mi teléfono para tomar una selfie de los dos. Abrí su chat en WhatsApp, le di enviar a la foto. La senté en la isla de la cocina.
— Envíale un audio diciéndole que ya la extrañas — me asintió y presioné el logo del audio.
— Mamá ya te extraño, regresa — Sophie no se podrá resistir a los encantos de Emily, sonreí malicioso.
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Si Me Encuentras En Manhattan
RomanceSophie, la menor del clan Thompson ha crecido y ha cumplido la mayoría de edad. Todos tenemos un amor imposible desde pequeñas guardado aquí dentro, ese amor que sabes que jamás se hará realidad, pero que da igual, porque lo consideras tan lejano y...