Si Me Encuentras En Manhattan

Capítulo 12: Si Te Beso Ahora, No Me Alejes Mañana.

SOPHIE

Me puse unos jeans, una sudadera, zapatillas y salí disparada a la revista, voy decidida con mi propósito, decirle a Hector que podemos tener esa cita, porque de aquí a dos semanas él tiene que ser mi acompañante a la cena de compromiso de Nathaniel.

Estoy empapada en el ascensor, no sé por qué hice la estupidez de andar en metro, todo por seguir las ideas de Elif sobre salir de mi zona de confort. Todos me miran, parezco a Mia Thermopolis Renaldi, cuando apareció empapada en lluvia a recibir su corona y ahora pensándolo bien, no sé si es tan buena idea mi plan de estar aquí para ver a Hector así. Las puertas del ascensor abrieron en el piso del caos, así le llamo yo en donde están todas las oficinas y los cubículos. Me puse a caminar y fui el centro de atención de absolutamente toda persona que se cruzó en mi camino, me tiemblan hasta las piernas al caminar de lo nerviosa que estoy. Llegué a la oficina de Hector y toqué suave, puede que ni siquiera haya escuchado mi golpe, pero escuché el "Pase" de su voz, así que giré la manilla de la puerta tomando aire y entré. Apenas me vio se puso de pie en un segundo mirándome atónito y cerré la puerta enseguida para que las demás personas dejen de mirarme en mi estado de huracán newyorkino.

— Hola — dije nerviosa.

— Señorita Thompson ¿Está bien? — asentí, pero siento a Hector lejano cuando me dice señorita Thompson, como si aquí no hubiese habido una conversación sobre mi situación sentimental y menos sobre salir juntos.

— Creo que — apunte la puerta, definitivamente es una mala idea estar aquí — Creo que mejor me retiraré — me giré rápido, pero Hector caminó rápido cruzándose en la puerta.

— Sophie a que viniste — lo dijo seguro y me gustó, me gustó demasiado.

— A decirte si quieres salir conmigo el viernes — sonrío enseguida y me relaje.

— Yo tenía que preguntar eso, tú solo debías decirme qué día estarías libre — sonreí observando su coquetería, Hector es muy atractivo — ¿Qué día puedes salir?

— El viernes — respondí riendo como una idiota.

— Entonces Sophie ¿Te gustaría salir conmigo a una cita el viernes? — asentí sonriendo e intenté ponerme un mechón de cabello mojado tras mi oreja — ¿Por qué estás así? — preguntó con risas observándome.

— Una larga historia — respondí entornando mis ojos.

— ¿Me das tu número de teléfono?

— Claro — sacó su teléfono para anotar y dicté mi número, me envío un emoji para guardarlo en mis contactos — Me tengo que ir, antes de agarrar una gripe y se arruine el viernes.

— Una sabia decisión — me encanta la forma en que me mira, tiene esa dosis de misterio y sensualidad en cantidades precisas.

— Me tengo que ir — apunté la puerta y sonrío quitándose de mi camino.

— Nos vemos Sophie — me gusta la forma en que dice mi nombre, y la forma en que me está mirando me recordó al señor desagradable. ¿Y si todos los hombres tienen su encanto pero uno no lo logra ver porque está cegada? Bendita la vida por abrirme los ojos. Salí nerviosa empapada de la oficina de Hector llamando la atención de todos, me fui directo al ascensor, al presionarlo y las puertas abrirse estaba mamá, quien apenas me vio se secó las ¿Lágrimas?

— ¿Sophie? — preguntó sorprendida, entré y las puertas cerraron.

— Hola ma — respondí nerviosa.

— Pero qué — me quedó mirando sin poder creer lo que está viendo — Empapada de jeans, sudadera y zapatillas — levanté mis hombros, siempre he sido la de los tacones y los abrigos de alta costura.