Si Me Encuentras En Manhattan

Capítulo 9: No Te Ilusiones Sophie.

Feliz Navidad Princesita.

PD: Enciende tu teléfono que ya te extraño.

Creo que mi sonrisa podrían verla desde Manhattan, desenvolví la cajita y volví a ver la caja celeste con las letras de Tiffany & Co. Era un corazón, muy pequeño, dentro de la caja había otra nota.

Desde ahora llevarás mi corazón, cuídalo.

Tomé el corazón y lo giré, en letras casi diminutas se podía leer "Nathaniel". Me quité de mi cuello el colgante que me regaló y agregué enseguida el corazón al lado de la S.
Encendí mi teléfono y comenzaron a llegar los mensajes que me había enviado Nate estos días.

Hace 6 días:

En serio tu respuesta será no?

Me gustaría que nos juntáramos a conversar, quiero saber por qué tu respuesta fue un no.

Hace 5 días:

Mis mensajes no te llegan y las llamadas me tiran a buzón, qué está sucediendo Sophie ?

Hace 4 días:

Tu padre me contó lo que está sucediendo solo quiero saber cómo estás, pero mis mensajes siguen sin llegarte y las llamadas siguen tirándome a buzón.

Hace 3 días:

Lo último que diré es, quiero verte.

Hoy:

Te acabo de dar un beso mientras dormías y ya te extraño princesita, espero que no me hayas echado una maldición.

Me puse a reír con su último mensaje y mi teléfono vibró apareciendo un mensaje nuevo en el chat.

Mensaje entrante:

Por fin te llegaron mis mensajes!
Esto fue una tortura!

Mensaje de Sophie para Nate:

Me encantó el regalo, pero más me encantas tú!
También ya te extraño.

Me saqué una selfie en donde se viera mi cuello con el colgante y se la envié.

Mensaje de Nate:

Se ve hermoso mi corazón al lado del tuyo
¿Cómo amaneciste?

Desde ahí, no solté el teléfono en todo el día, mientras abríamos los regalos con los abuelos, mis hermanas y mis padres, tomando el desayuno, en el almuerzo, no quiero dejar de hablar con Nate.

Sophie:

Me cambiaré, tengo que hacer deporte.

Nate:

¿Y si hacemos deportes juntos? Así tenemos una excusa para vernos más días en la semana.

Sophie:

Me encantaría, te espero.

Le envié un corazón, Nate me respondió que se cambiaría y vendría a casa a buscarme para salir a trotar.

- ¿Harás deporte? ¿Quieres que te acompañe? - preguntó papá al verme sentada en el salón con vestuario deportivo, me esforcé usando el mejor vestuario deportivo que tengo, el que mejor se me ve, aunque tenga que ponerme una chaqueta deportiva, pero me pondré una corta para resaltar un poco más mi cuerpo, me siento más hermosa que nunca.

- No papá gracias, Nate me vendrá a buscar, me dijo que él me podría acompañar a trotar unos días durante la semana.

- En serio, que bueno - se sirvió un vaso de whisky y llegó mamá al salón - ¿Veamos una película? - Mamá asintió feliz acurrucándose a su lado dándole besos. Sonó el timbre y me puse nerviosa, me levanté del sofá en menos de un segundo corriendo a la puerta, al abrirla apareció Nate sonriéndome - ¡Cuídense! - gritó papá desde atrás y Nate levantó su mano haciéndole un adiós y cerré la puerta.